Los cambios permitirían sanciones automáticas contra los países que violen el actual límite que establece que los déficits no pueden superar el 3% del Producto Interno Bruto de cada país.
París. Los líderes de Francia y Alemania acordaron este lunes un plan maestro para imponer una mayor disciplina fiscal a lo largo de la zona euro, diciendo que el tratado constitutivo de la Unión Europea tendrá que ser cambiado para dar una solución integral a la crisis actual.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, dijeron que su propuesta incluía sanciones automáticas para los Gobiernos que no logren mantener sus déficits bajo control y el lanzamiento anticipado de un fondo de rescate permanente para los países de la zona euro en problemas.
Italia, el mayor país de la zona euro en caer víctima de la crisis, ofreció una luz de esperanza de que podría mejorar sus finanzas públicas al anunciar un duro plan de austeridad, el cual fue recibido con optimismo por los mercados.
"Lo que queremos con la canciller es decirle al mundo que en Europa la regla es que pagamos nuestras deudas, reducimos nuestros déficits y restauramos el crecimiento", dijo Sarkozy en una conferencia de prensa con Merkel tras una reunión entre ambos en París.
"Este paquete muestra que estamos absolutamente determinados a mantener el euro como una moneda estable y como un importante contribuyente a la estabilidad europea", dijo Merkel.
La confianza en torno a la posibilidad de que esta semana los líderes europeos presenten un plan creíble para sacar a la región de la crisis impulsaba el lunes a las acciones mundiales y a las europeas, que tocaron un máximo en cinco semanas.
Los inversores y las autoridades esperan que un acuerdo que establezca una integración más cercana en la zona euro, junto con medidas estrictas para reducir el déficit en los países endeudados, convencerán al Banco Central Europeo para que actúe decisivamente en los mercados de bonos.
Disciplina. Merkel y Sarkozy ya habían dejado ver con anterioridad que querían poderes más coercitivos sobre los países de la zona euro que no logran bajar sus déficits.
Ambos líderes dijeron que enviarán su plan el miércoles a la Comisión Europea, a tiempo para una cumbre que se celebrará el viernes. Además, dejaron clara su determinación para impulsar cambios al tratado de la UE, pese a las objeciones de algunos países miembros.
Si países como Gran Bretaña, que no pertenece a la zona euro, bloquean un cambio al tratado dentro de la UE, el área monetaria procedería a aplicar las modificaciones para sus miembros, abierta a todos aquellos que quieran sumarse.
Sarkozy afirmó que los errores económicos que condujeron a la crisis no deben repetirse nunca más.
"En este período extremadamente preocupante, Francia cree que la alianza con Alemania es de una importancia estratégica. Arriesgar un desacuerdo sería poner en peligro de que explote la zona euro", dijo.
Varios gobiernos, sobre todo los de Gran Bretaña, Irlanda y Holanda, se oponen a los cambios por razones de política interna y temen no conseguir el respaldo público a los referendos para aprobar las modificaciones.
Los cambios permitirían sanciones automáticas contra los países que violen el actual límite que establece que los déficits no pueden superar el 3% del Producto Interno Bruto de cada país, a menos que una súpermayoría de estados voten en contra del castigo.
Actualmente, una mayoría de países debe votar si se lanza un procedimiento disciplinario contra los países en falta.
Las modificaciones obligarían además a los países a establecer en sus constituciones la obligatoriedad de equilibrar el presupuesto.
En una concesión hacia las preocupaciones de Francia por su soberanía, los mandatarios acordaron que la Corte Europea de Justicia podría determinar si un país de la zona euro implementó la regla fiscal de manera adecuada en sus leyes nacionales, pero no podrá rechazar los presupuestos de los países.
Merkel parece haber ganado en su oposición a la emisión de eurobonos conjuntos. "Rechazamos la idea de los eurobonos", afirmó.
Sarkozy se encolumnó tras ella, diciendo que sería absurdo que Francia y Alemania cubrieran las deudas de países sobre cuyas emisiones de deuda no tienen control.
A cambio, Merkel cedió terreno en las reglas para el fondo permanente de rescate de la zona euro, el Mecanismo Europeo de Estabilidad.
Alemania había dicho que deberían incorporarse cláusulas explícitas en todos los bonos emitidos a partir del 2013 que dejen claro que los tenedores privados tendrían que compartir la carga de cualquier rescate futuro de un país de la zona euro.
Pero finalmente se acordó que el mecanismo de rescate respetará los principios estándares del Fondo Monetario Internacional y que el caso de Grecia es único.