El proyecto republicano, que se prevé que sea derrotado en el Senado pero que podría allanar el camino para un compromiso bipartidista, entrega un incremento en el corto plazo del límite de deuda de US$900.000 millones.

Washington. La Cámara de Representantes aprobó un plan republicano para recortar el déficit del presupuesto este viernes, un proyecto que se prevé que sea derrotado en el Senado pero que podría allanar el camino para un compromiso bipartidista para evitar una moratoria de la deuda de Estados Unidos.

Con poco tiempo antes del plazo para un acuerdo del 2 de agosto, los republicanos avanzaron con su plan en una votación de 218-210 luego de que los líderes revisaran la ley para ganar el apoyo de los conservadores contrarios a los incrementos fiscales entre sus filas.

La legislación propuesta por los republicanos, fuertemente criticada por el presidente Barack Obama, enfrenta una derrota segura en el Senado controlado por los demócratas, donde dichos legisladores han prometido votar en contra de la norma más tarde el viernes.

Pero la aprobación de la ley rompe la inercia política de semanas y abre la puerta a las negociaciones para un compromiso que podría ser aprobado en el Congreso antes del martes, momento límite tras el cual el gobierno afirma que ya no podrá cumplir con el pago de sus cuentas sin un acuerdo.

Si se trabaja un compromiso, una votación final en el Senado podría tener lugar a más tardar el lunes o a medio día del martes, dijo un asesor demócrata a Reuters.

Los retrasos hacen imposible que el Congreso llegue a un acuerdo y lo envíe a Obama a último minuto, aportando un peligroso nivel de incertidumbre a unos mercados financieros ya inquietos. Un acuerdo tardío también eleva las posibilidades de que Estados Unidos pierda máxima nota crediticia de "AAA".

El fracaso el jueves del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, a la hora de sofocar una rebelión entre los conservadores de sus filas reveló una grieta entre los republicanos que complicó esfuerzos para llevar a un acuerdo.

El nuevo plan republicano aprobado el viernes incluye requerimientos más estrictos para que el Congreso apruebe una enmienda constitucional para un presupuesto equilibrado, para ser enviado a los estados para su ratificación, una demanda estructural que los conservadores republicanos sostienen desde hace tiempo, ya que afirman que es la única forma de controlar el gasto.

El plan en dos fases recortaría el gasto inicialmente en US$900.000 millones y levantaría el límite de la deuda sólo durante un par de meses.

El máximo demócrata en el Senado, Harry Reid, ha dicho que una solución a corto plazo es inaceptable y está impulsando su propia propuesta que recortaría US$2,2 billones del gasto en diez años.

Se espera que el plan de Reid sea reformado para hacerlo más digerible para los republicanos moderados en la Cámara de Representantes sumando los votos demócratas para suplir la inevitable pérdida de las facciones republicanas del Tea Party, contrarias a los incrementos fiscales.