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¿Podría terminar el dinero en efectivo?
Lunes, Mayo 18, 2015 - 14:38

Otra vez economistas de alto nivel piden la supresión de los billetes y las monedas como forma de pago. ¿A quién beneficiaría? ¿Y qué tiene que ver con la crisis financiera?

A los alemanes les encanta el efectivo. Según el más reciente estudio del Bundesbank sobre formas de pago en Alemania, el 53% de todas las ventas en tiendas se pagan en efectivo. En restaurantes, el 70%. En cafeterías, bares y establecimientos de comida rápida, el 94%.

La propuesta del, entre otros, economista Kenneth Rogoff, de la Universidad de Harvard, de abolir el dinero en efectivo encontraría por tanto pocas simpatías entre los alemanes, aunque su objetivo sea la lucha contra el crimen. "El anonimato del dinero en efectivo a menudo se utiliza para las transacciones ilegales o para evadir impuestos" dice en declaraciones al diario económico Handelsblatt.

Carl-Ludwig Thiele, miembro de la junta directiva del Bundesbank, no está tan convencido. "De todas formas no se conseguiría una reducción de la economía sumergida, ya que el crimen organizado no necesita euros: puede recurrir a otras divisas, a metales preciosos o a pagos en especie", dijo a principios de año en un congreso.

¿Anacronismo o libertad acuñada? Según afirma en Der Spiegel Peter Bofinger, economista de la Universidad de Würzburg y asesor del gobierno, "con las posibilidades técnicas de hoy, las monedas y billetes son un anacronismo". El profesor Lars Feld, que también pertenece al Consejo de Expertos Económicos, contradice a su colega y recuerda, desde el Frankfurter Allgemeine Zeitung, que el efectivo es "libertad acuñada" que permite a los ciudadanos escapar de las garras del Estado.

También hay otro tema, relacionado con la política de dinero barato seguida por los bancos centrales de Europa y Estados Unidos. Si la gente puede recurrir al dinero en efectivo, "entonces el Banco Central no puede bajar muy por debajo de cero las tasas de interés, aunque eso ayudaría a reactivar una economía ralentizada", afirma Rogoff.

Altas penalizaciones. No es casualidad que la Conferencia de Londres en la que este lunes (18.05.2015) Rogoff y otros analistas debatieron sobre el tema esté organizada por el Banco Nacional de Suiza. Después de todo, los suizos son uno de los pioneros de las tasas de interés negativas.

Estas suponen una penalización que tienen que pagar los bancos que prefieran la seguridad de guardar su dinero en el Banco Central en lugar de prestarlo a empresas o particulares. La pregunta ahora es si los bancos repercutirán este tipo de sanción a sus clientes. Y cómo.

Bancos emisores. "Como si fueran necesarias más pruebas de que los gobiernos y los bancos centrales del mundo no saben ya qué hacer para abordar la crisis de deuda, se pide la prohibición del efectivo", escribe el consultor de negocios Daniel Stelter en su blog. "Es ingenuo suponer que empujar bajo cero las tasas de interés lo suficiente impulsará la inversión", afirma.

"Las empresas invierten cuando los proyectos valen la pena, no porque se les regale el dinero". Intereses negativos que empujen a aumentar los préstamos, según Stelter, elevan el riesgo de "malas inversiones y de las burbujas que harán la próxima crisis aún peor".

Autores

Deutsche Welle