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¿Por qué la SHCP sostiene en 2,7% el PIB anual de México para 2014?
Jueves, Septiembre 25, 2014 - 16:48

El IGAE se expandió a una tasa anual de 2,5% en julio, dato que fue superior al consenso de analistas de 2,3%.

Los ojos ayer estaban depositados en el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) para julio. Como se sabe, el indicador es una especie de Producto Interno Bruto (PIB) mensual y es, por tanto, el indicador económico más relevante y oportuno para medir la actividad real en México. Ese dato nos iba a decir qué tanta fuerza trae el crecimiento económico al inicio de la segunda mitad del año, y si muestra el suficiente impulso como para lograr la meta de 2.7% que estima la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para todo 2014.

Pues bien, el IGAE se expandió a una tasa anual de 2.5% en julio. El dato fue superior a lo estimado por el consenso de analistas (2.3%), pero inferior a la tasa registrada en junio, cuando subió a tasa anual 2.7 por ciento.

Así, con este dato, la economía ha crecido de enero a julio 1.9%, respecto al mismo lapso del año pasado.

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Impulso requerido. El reto para alcanzar la meta de 2.7% aún es titánico: en los cinco meses que restan para acabar el año, el PIB necesitaría aumentar a una tasa promedio de 3.7%. Con esa tasa, el PIB para todo el año sería de 2.65%, y con el redondeo la SHCP podría celebrar el avance de 2.7% que se ha marcado como objetivo.

El reto es colosal pero aún hay atisbos de esperanza. En lo que resta de año hay dos factores que concurren que pueden acercar el PIB de este año al objetivo de 2.7% de la SHCP: por un lado, una economía que de por sí se está robusteciendo, que está ganando músculo; por otro lado, una base de comparación favorable que exagerará y potenciará las tasas de crecimiento anual.

La principal evidencia de que la economía mexicana se está fortaleciendo proviene de los datos ajustados por estacionalidad.

El crecimiento del IGAE en julio, bajo este parámetro, fue de 0.41% respecto al mes inmediatamente anterior, por encima de la tasa de 0.27% de junio. Lo más remarcable de esta serie es que ya acumula una racha de cuatro meses consecutivos de tasas positivas en el IGAE, algo que no se observaba desde principios de 2012.

Es decir, la economía mexicana, después de muchos altibajos, parece haber entrado en una senda de crecimiento sostenido.

4885Sectores en recuperación. Bajo este criterio, el sector servicios, que representa en torno a 60% de la economía mexicana, se expandió 0.34% en julio y ya acumula dos meses consecutivos de crecimiento, en tanto la manufactura, con un peso en la economía cercano a 35%, se incrementó 0.28% tras contraerse 0.17% en junio. El sector primario, más volátil y con un peso de menos de cinco por ciento en el PIB, se disparó en julio casi cuatro por ciento tras hundirse 3.24% en el mes anterior.

Pero no sólo hay señales de que la economía mexicana, después de mucho renquear, empieza a dar síntomas de caminar a paso más firme. También sucede que, en término anuales, contará con una base de comparación favorable que acelerará las tasas de crecimiento hasta acercarse a 3.7% que precisa para lograr la meta de 2.7%. Algo bueno debía de tener que el tramo final de 2013 fuera tan desastroso, y es que cuanto mayor es el descalabro, más pronunciado es el rebote.

4886Antecedente de debilidad. El año pasado, durante el periodo de agosto a diciembre, la economía se desinfló aún más como resultado de la desaceleración de Estados Unidos y el desplome del sector de construcción en México. El crecimiento del IGAE durante ese período fue de apenas 0.9%, que contrasta con una expansión de 1.3% entre enero y julio de 2013. Eso simplemente quiere decir que si la economía mexicana mantuviera la actual tendencia subyacente, por sí sola empezaría a registrar tasas anuales más elevadas.

Pero como decíamos, lo bueno es que hay indicios de que la economía, además, se está fortaleciendo, lo que puede potenciar aún más las tasas de crecimiento anuales.

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Obras aceleran el paso. El más claro ejemplo es la construcción, que representa en torno a 22% del sector industrial: tras una funesta racha de 18 meses consecutivos de tasas anuales negativas, la construcción empieza a revivir. Ya llevamos dos meses consecutivos con crecimientos anuales: un aumento de 2.2% en junio que se aceleró a 3.5% en julio, la tasa más alta en dos años, desde julio de 2012 (3.8%).

Ahora bien, en la recuperación del sector de la construcción es evidente que la base de comparación está jugando a su favor: durante el período de agosto a diciembre, la construcción se derrumbó 5.5%, sustancialmente peor que el descenso de 3.7% observado durante el período de enero a julio. Esto nos hace pensar que dentro de poco podemos tener a la construcción creciendo a tasas superiores a cinco por ciento, lo que estimulará a la economía en su conjunto.

Eso será más factible en cuanto el componente de ingeniería civil se dé la vuelta, que esperamos sea pronto. Ése es el caso, ya, del componente de edificación y de trabajos especializados para la construcción: en julio, el rubro de edificación creció a una vigorosa tasa de 5.7%, y el de trabajos especializados lleva dos meses seguidos creciendo a tasas de casi siete por ciento. Sin embargo, el componente de ingeniería civil, asociado en buena medida a la infraestructura pública, no se recupera pese a las evidencias de que el gobierno federal está liberando recursos para la obra pública, si bien se puede estar ejecutando de manera más lenta de lo previsto. El componente de ingeniería civil se contrajo 4.1% en julio.

Pistón económico. Pero no sólo es la construcción, la manufactura, el principal rubro de la actividad industrial con un peso de casi 50%, crece de manera dinámica en un momento en el que la economía de Estados Unidos sigue tomando fuerza y se acerca a su potencial. En los tres últimos meses, el sector manufacturero mexicano se ha expandido a una tasa promedio de 3.6% espoleado por el dinamismo de las exportaciones.

El único componente que está obstaculizando una recuperación más firme de la actividad industrial en su conjunto es la minería, que representa algo más de 20% del sector secundario. La contracción en la extracción de petróleo asociado a los problemas de Pemex proseguirá en tanto se pone en marcha la Reforma Energética.

Probable freno. Por otro lado, la crisis de Sonora, provocada por los derrames de ácido sulfúrico a los ríos Bacanuchi y Sonora por parte del Grupo México, podría afectar a la producción minera en los próximos meses. Pero en general, la actividad industrial luce bien gracias a la buena forma de la que goza la manufactura y a la esperada virulenta recuperación de la construcción.

Lo mismo se observa en el sector servicios, donde la baja base de comparación también aportará crecimiento a México. En el período de agosto a diciembre de 2013, el sector servicios creció 1.8% comparado con la tasa de 2.5% observada entre enero y julio de ese mismo año. Y también ahí hay que celebrar un comportamiento más saludable del sector comercio, que representa en torno a 25% del sector terciario.

En julio aumentó 3,5% tras expandirse 4,6% en junio. En promedio, el crecimiento de esos dos meses es cercano a cuatro por ciento. Ese mejor comportamiento también se apreció en el reporte de ventas de julio: las ventas minoristas se aceleraron dos por ciento comparado con 1.1% en junio, en tanto las mayoristas crecieron 0.4% tras deprimirse tres por ciento el mes anterior.

Convencidos. Por todo esto, por el hecho de que en lo que resta del año concurrirá una economía cada vez más robusta junto con una base de comparación amigable, es posible que empecemos a ver tasas de crecimiento por encima de tres por ciento de aquí hasta que concluya 2014. Eso dará un respiro a la SHCP; de ser así, el tercer trimestre podría registrar una expansión de tres por ciento, ligeramente por encima, en tanto el cuarto trimestre podría acelerarse aún más a la tasa de 3.7% que necesita la economía para lograr la meta de Videgaray de un alza anual del PIB de 2,7%. Aun así, ese objetivo, de momento, parece algo lejano y será difícil de alcanzar, pero todavía hay argumentos para que el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, insista en que el comportamiento de la economía es consistente con la meta de 2,7% para todo 2014.

Autores

Excelsior.com.mx