La Encuesta Intercensal 2015 muestra que el bono demográfico mejoró, pero disminuyó su ritmo de avance, puesto que la razón de dependencia (el cociente entre las personas en edad dependiente y las personas en edad productiva) en 2000 era de 64 y ahora en 2015 llegó a 53.
México está en una situación excepcional en cuanto a su dinámica poblacional, donde hay más personas en edad productiva que en edades dependientes, lo que se conoce como bono demográfico, coincidieron expertos consultados por Excélsior.
Sin embargo, también expresaron que este bono se puede convertir en un pagaré si no se actúa para reducir su desaprovechamiento.
La Encuesta Intercensal 2015 muestra que el bono demográfico mejoró, pero disminuyó su ritmo de avance, puesto que la razón de dependencia (el cociente entre las personas en edad dependiente y las personas en edad productiva) en 2000 era de 64 y ahora en 2015 llegó a 53.
Estos datos significan que cada vez hay menos personas dependientes respecto a las personas en edad productiva, pero se redujo considerablemente su velocidad de caída.
Sólo aritmética. Carlos Welti, demógrafo e investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, expresó que el bono demográfico en el país es una “quimera” y sólo existe en el ámbito aritmético, puesto que en la práctica este bono no está dando los rendimientos deseados para el desarrollo.
Los altos niveles de desocupación y de la población inactiva disponible, pero que está desalentada para buscar empleo, además de la subocupación e informalidad, hacen que el bono se desperdicie y sea simplemente un buen deseo”, explicó.
Manuel Ordorica, profesor e investigador del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México, dijo que el avance reciente del bono demográfico hace que en nuestro país se pierda el sentido de urgencia de actuar para aprovecharlo.
Como país no ‘nos ha caído el veinte´ en este tema, y no nos damos cuenta que el desaprovechamiento del bono se nos puede convertir en un gravísimo problema en el futuro. No debemos esperar que nuestro bono revierta su sentido y entonces ahí tomar decisiones drásticas que incluso podrían implicar mayores pérdidas de bienestar en la población”, sostuvo Ordorica.
Según el Consejo Nacional de Población, el bono demográfico revertirá su tendencia entre 2029 y 2030, por lo que empezará aumentar la población en edad de dependencia respecto a la productiva.