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¿Por qué no hay que endeudarse en dólares en Colombia?
Jueves, Diciembre 10, 2015 - 08:34

Muy a pesar de que el Banco de la República salga a vender unos US$500 millones, esta jugada estratégica no pararía la disparada al alza de la divisa, que se debe a factores como la caída del petróleo y el ajuste de tasas de la Reserva Federal.

Por el precio histórico que alcanzó el dólar esta semana, superando los $3.300, el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, dijo ayer que la entidad está muy cerca de sacar a la venta 500 millones de dólares, con el fin de incrementar la oferta del billete verde en el mercado, ponerle techo al precio de la divisa y evitar que se siga revaluando con tanta velocidad como ocurrió en las últimas semanas: subió en más de $300.

Con este anuncio, que podría efectuarse entre hoy y mañana –si la divisa supera los $3.321, dijo el gerente del Emisor–, se esperaría que el precio del dólar no siga subiendo, sin embargo, lo que ha ocurrido históricamente es que los efectos que genera dicha intervención son marginales. Eso se explica, de acuerdo con los analistas del mercado, porque el precio de esa moneda está determinado por factores externos al Banco de la República: la caída en el precio del petróleo y la alta probabilidad del incremento en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) la próxima semana.

Según la firma comisionista Alianza Valores, lo anterior ha generado una apreciación del dólar a nivel global, “porque si aumentan los rendimientos en dólares, la gente prefiere tener esa moneda en su bolsillo frente a otras del mercado”. Y eso hace que existan menos disponibles y suba su precio.

Alianza asegura que una intervención del Banco de la República vendiendo dólares en los próximos días no tendría un efecto importante porque la revaluación de la moneda norteamericana es un fenómeno global e incluso podría continuar el resto de este año y el próximo. De hecho, la proyección de esa firma comisionista es que el valor de la divisa podría llegar a los $3.500 en el primer semestre de 2016.

Efectos en los ciudadanos. Para el ciudadano de a pie el principal efecto del incremento de la tasa de cambio es que cada día se van a encarecer más los bienes importados, es decir, neveras, televisores, celulares, entre otros, y con ellos, también se disparará la inflación del país, pues el peso podría perder más su poder adquisitivo en el tiempo. En otras palabras: se hace más caro el costo de vida.

Otros de los perjudicados con el incremento de la tasa de cambio son los colombianos que pagan sus compras con tarjetas de crédito. Por ejemplo, una persona con tarjeta American Express que haga hoy la compra de sus tiquetes a Estados Unidos, cuyo precio es de US$1.000 en promedio, podría pagar mucho o salir ganando dependiendo del dólar en el futuro. Si el próximo año la divisa sube hasta los $3.500, estos consumidores verán sus créditos encarecerse en 9,3%, es decir, pagarán US$93 más de lo previsto.

Lo más importante es ser consciente de este fenómeno y saber bien cómo le están facturando los productos que adquiere y más en una época de Navidad en que las compras y los viajes al exterior son el pan de cada día de muchas familias colombianas. Por eso El Espectador consultó a dos expertos para analizar el precio de la divisa y sus implicaciones en las tarjetas de crédito que prestan en dólares.

De un lado, Camilo Silva, de la firma Valora Inversiones, sugiere no endeudarse en dólares y abstenerse de comprar con este tipo de tarjetas porque no se sabe cuál será la suerte de la moneda el próximo año. “Asegurar que una compra que hice hoy se va a mantener en doce meses con ese valor tan volátil es muy difícil, entonces, nunca se va a tener una claridad de cuánto se va a pagar por ese bien”, afirma.

Para el analista, quienes manejen este plástico al momento de facturar sus compras deben percatarse de si están pagando en pesos o en dólares, para no caer en la especulación de la divisa estadounidense que, según Silva, este año cerraría en los $3.200, desconociendo la curva que tomará el próximo año.

Por su parte, Daniel Castellanos, exvicepresidente de Asobancaria, tiene otro argumento. Para él, la gran mayoría de tarjetas de crédito en Colombia hacen gastos en pesos, por lo que la premisa de Silva, dice, no tendría tanta validez. Sin embargo, deja claro que si se paga en dólares, por ejemplo en Estados Unidos, en ese caso el cliente estaría sujeto a la tasa de cambio.

De todas maneras, explica que quien tenga una tarjeta de crédito tiene la libertad de escoger si quiere tener el riesgo cambiario o decide eliminarlo escogiendo que le facturen sus compras en pesos. Salvo contadas excepciones, como el caso de la tarjeta American Express, y por eso es necesario consultar en los bancos.

Ante esta especulación brusca de la divisa, Silva hace tres recomendaciones prácticas para esta época del año: a los turistas, tratar de ir con el efectivo asegurado. Que sepan cuánto pagaron por el dólar para no dejarlo a la voluntad de la tasa de cambio; a quienes pretendan viajar en el segundo semestre del próximo año, es mejor esperar a que retroceda a cerca de $3.000; y a los colombianos consumir productos nacionales y viajar dentro del país.

Autores

ELESPECTADOR.COM