La negativa de Trump a comprometerse a aceptar el resultado de la elección, calificada como "horrible" por su rival demócrata, Hillary Clinton, ahondó en las acusaciones que ha hecho durante semanas de que las elecciones están amañadas en su contra.
Washington/Delaware. Varios dirigentes republicanos criticaron a su candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, por su rechazo a comprometerse a aceptar el resultado de la elección, y a algunos les preocupa que su posición perjudique las posibilidades del partido de mantener el control del Congreso.
La negativa de Trump, calificada como "horrible" por su rival demócrata, Hillary Clinton, fue el momento más destacado del tercer y último debate el miércoles, y ahondó en las acusaciones que ha hecho durante semanas de que las elecciones están amañadas en su contra.
El candidato republicano insistió en el punto en un acto de campaña en Delaware, en el estado de Ohio, donde sostuvo que respetará el resultado de las urnas "si yo gano".
La pérdida de terreno de Trump en los sondeos ha movido parte de la atención a las elecciones legislativas del mismo 8 de noviembre, que para los republicanos podría significar perder una estrecha mayoría en el Senado e incluso la amplia ventaja que tienen en la Cámara de Representantes.
El senador republicano John McCain, quien perdió la elección presidencial el 2008 ante el demócrata Barack Obama, difundió un duro comunicado en que dijo que aceptar el resultado de los comicios es lo que corresponde a los estadounidenses.
"No me gustó el resultado de la elección de 2008, pero tenía el deber de aceptar mi derrota, lo que hice sin reticencia", dijo McCain. "No es sólo una muestra de elegancia, es una muestra de respeto por la voluntad del pueblo estadounidense".
Otros republicanos, la mayoría de los cuales nunca ha apoyado a Trump, también rechazaron los comentarios. Los presidentes de la Cámara de Representantes y del grupo mayoritario del Senado, Paul Ryan y Mitch McConnell, no quisieron hacer comentarios.
Principal asunto en la agenda. A la pregunta del moderador del debate Chris Wallace sobre si estaba o no dispuesto a comprometerse con una transición pacífica del poder, Trump respondió: "Lo que estoy diciendo es que les diré en su momento. Los mantendré en suspenso. ¿Okay?".
Los candidatos demócratas en las elecciones legislativas se apresuraban a preguntar a sus rivales republicanos si apoyan la posición de Trump.
El asesor republicano Matt Mackowiak dijo que los candidatos en desventaja mostrarían su desacuerdo con Trump, lo que los distanciaría de sus comentarios, pero que es un inconveniente que el asunto haya opacado a cualquier otra cosa en debate.
El cara a cara fue visto por millones de personas, pero, si bien mejoró las cifras del segundo encuentro, no logró superar el récord del primer debate, según las primeras estimaciones informadas por medios estadounidenses.
El presidente Barack Obama dijo en su cuenta de Twitter que Clinton logró una "sobresaliente barrida de 3 de 3 en los debates". El mandatario demócrata ha sido muy crítico con Trump, describiéndole como no apto para la Casa Blanca.
La jefa de campaña de Trump, Kellyanne Conway, intentó defender al aspirante republicano el jueves, asegurando en entrevistas televisivas que solo estaba "informando a la gente" sobre irregularidades en el proceso.
El peso mexicano trepó a un máximo de seis semanas frente al dólar justo después del debate, ya que el mercado interpretó que no mejoraron las perspectivas de Trump, aunque bajó más tarde en las operaciones europeas. La divisa es considerada como la medida más ajustada para ver las posibilidades de que el magnate llegue a la Casa Blanca, teniendo en cuenta sus promesas de mano dura contra la inmigración.
