Rusia se enfrenta a unas relaciones complicadas con la mayor economía del mundo, Estados Unidos, y con otros países, agravadas por la postura de Moscú sobre el conflicto en Siria y sus antecedentes en derechos humanos.
Moscú. Rusia tratará de mover a las grandes economías del G-20 más allá de las medidas para controlar la crisis del sector financiero durante su presidencia de un año, al convocar a la primera reunión de ministros de Trabajo en la historia del grupo para ampliar las iniciativas a favor de la creación de empleos.
Pero Moscú, que busca generar más puestos en alta tecnología para su población en declive y de mayor edad, podría tener problemas para capturar la atención de las naciones emergentes con una fuerza de trabajo más joven o de las economías en desarrollo que están ocupadas en reducir sus enormes deudas.
Además, Rusia se enfrenta a unas relaciones complicadas con la mayor economía del mundo, Estados Unidos, y con otros países, agravadas por la postura de Moscú sobre el conflicto en Siria y sus antecedentes en derechos humanos.
Consultado por la televisión estatal rusa si era posible que Estados Unidos escuchara la postura de Moscú en asuntos internacionales, Sergei Ivanov, jefe de personal del Kremlin y organizador de la próxima cumbre del G-20, respondió: "No puedo discrepar contigo en que los estadounidenses ignoran los consejos. Por otro lado, no puedo decir que ellos rechazarán todos los consejos que reciban".
El G-20, que representa el 90% del Producto Interno Bruto mundial y dos tercios de la población global, ha terminado por centrarse en el manejo de la crisis financiera, en momentos en que las naciones desarrolladas afrontan una desaceleración o contracción de sus economías, sistemas de bienestar social costosos y bancos con cargas de malos préstamos.
Ahora Rusia, que cuenta con un presupuesto casi equilibrado debido a los altos precios de sus exportaciones de crudo, desea dar prioridad a asuntos de mediano plazo durante su presidencia del G-20 que comenzó este mes, particularmente en el crecimiento de empleos más productivos y de alta tecnología.
"La principal tarea de la presidencia de Rusia estará centrada en los esfuerzos del G-20 sobre medidas para estimular el crecimiento económico y crear empleos", dijo el presidente Vladimir Putin en un comunicado publicado en la web del grupo.
"¿Qué requerirá esto? Creo que la respuesta es clara: incentivos de inversión, confianza y transparencia en los mercados y regulación efectiva", agregó.
Queda por ver qué medidas concretas para alentar la inversión serán desarrolladas cuando el G-20 se reúna a nivel ministerial y de jefes de Estado en una cumbre programada para el 5 y 6 de septiembre en San Petersburgo.