En su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el centroizquierdista Alberto Fernández dijo también que su Gobierno impulsará una investigación judicial sobre el amplio endeudamiento en que cayó el país con el FMI durante la gestión anterior.
Buenos Aires. Argentina no tiene apuro por alcanzar un trato con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo el lunes el presidente Alberto Fernández, en medio de preocupaciones de que no se logre un acuerdo antes de mayo, como se esperaba inicialmente.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, tiene previsto viajar a Washington a mediados de marzo para continuar con las negociaciones con el organismo para firmar un programa de facilidades extendidas que reemplace al acuerdo firmado en 2018 por el Gobierno anterior por US$56.000 millones, de los que el FMI ya desembolsó US$44.000 millones.
En medio de la prolongada y profunda crisis económica que sufre el país, Argentina reestructuró una deuda de casi US$110.000 millones con bonistas privados el año pasado.
Aunque el Gobierno apostó inicialmente a cerrar un acuerdo con el FMI antes de mayo, parece haber cambiado de idea seis meses antes de las elecciones de medio término.
"Seguiremos nuestras negociaciones con total conciencia y con la firmeza que siempre hemos demostrado, no queremos apresurarnos", señaló el presidente de centroizquierda en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.
"Nuestro Gobierno el único apuro que tiene es el de poner de pie a la producción y al trabajo", dijo Fernández en el Parlamento argentino, y agregó que impulsará una investigación judicial sobre el amplio endeudamiento en que cayó el país con el FMI durante la gestión anterior.
Mediante un comunicado, el Banco Central señaló que pidió una auditoría para saber si la anterior administración cometió un perjuicio al Estado al contraer una multimillonaria deuda.
El Gobierno aclaró, de todos modos, que estas investigaciones no afectarán las actuales negociaciones con el organismo internacional, que en 2018 tenían otras autoridades.
Fernández afirmó, por otro lado, que impulsará la desdolarización y el reordenamiento de las tarifas de servicios públicos, aunque no dio detalles.
Si bien el ajuste de las tarifas de servicios ayudaría a reducir el déficit fiscal a través de menores subsidios estatales, muchos sostienen que podría generar una mayor tasa de inflación y aumentar aún más los niveles de pobreza, que actualmente afecta a cerca de la mitad de la población.