En un tono inusualmente duro, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, acusó a Tsipras de distorsionar las propuestas de los acreedores internacionales para alcanzar un acuerdo de fondos a cambio de reformas que salven a Atenas de la quiebra y le instó a presentar propuestas alternativas.
Kruen. La exasperación de la Unión Europea en torno a Grecia estalló con fuerza el domingo, cuando el presidente ejecutivo de la UE reprendió al primer ministro griego, Alexis Tsipras, y advirtió que el tiempo se está agotando para finalizar un acuerdo que evite una dañina moratoria en el pago de la deuda en Atenas.
En un tono inusualmente duro, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, acusó a Tsipras de distorsionar las propuestas de los acreedores internacionales para alcanzar un acuerdo de fondos a cambio de reformas que salven a Atenas de la quiebra y le instó a presentar propuestas alternativas.
Juncker instó a Atenas a poner rápido sus propias ideas sobre la mesa para permitir el restablecimiento de las negociaciones en el marco de una cumbre de la UE y América Latina el miércoles en Bruselas.
En Atenas, un funcionario del gobierno dijo que Grecia quería seguir negociando "a un nivel político" para hallar convergencia con los prestamistas.
No obstante, la zona euro y el Fondo Monetario Internacional dejaron claro que las cifras deben concordar primero en las reuniones técnicas antes de que pueda haber un acuerdo político.
Estaba previsto que Tsipras retornara a Bruselas el viernes pasado para retomar las negociaciones. Pero ante una posible revuelta en el seno de su partido Syriza, optó por acudir al Parlamento en Atenas y denunciar que los términos de la propuesta eran "absurdos".