Apoyado en una economía que crecería entre 4% y 5% el próximo año, el presidente conservador Sebastián Piñera dijo que el presupuesto será cercano a los US$63.000 millones.
Santiago. El gasto público de Chile crecerá un 4,8%, según el proyecto de Presupuesto del 2013, con un énfasis en educación y salud, pero sin presionar a la inflación y el tipo de cambio ante un complejo panorama internacional.
Apoyado en una economía que crecería entre 4 y 5% el próximo año, el presidente conservador Sebastián Piñera dijo que el Presupuesto será cercano a los US$63.000 millones, con el que busca consolidar reformas de su gestión, en muchos casos audaces pero sin gran impacto en su popularidad.
"Ese (nivel de expansión) es el tope máximo de crecimiento del gasto público. Si hiciéramos crecer el gasto público más que en eso (...) vamos a tener inflación galopante, el tipo de cambio se va a deteriorar aún más, vamos a perder capacidad de crecimiento", dijo el mandatario.
"No vamos a caer en la irresponsabilidad (...) que fue lo que llevó a muchas economías europeas a la crisis tremenda que están viviendo. Usted ve como los europeos hoy están sufriendo disminución de las pensiones, disminución de los salarios, todo esto porque no hubo la responsabilidad suficiente", agregó.
Bajo este panorama, el Presupuesto considera un déficit efectivo del 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB).
La iniciativa considera además un déficit estructural del 1% del PIB del próximo año. El gobierno de centroderecha se había comprometido a que la diferencia entre el gasto y la recaudación no debía exceder en promedio el 1% del PIB al 2014.
"En el presupuesto para el 2013 estamos llegando al 1% de déficit estructural para el cual nos comprometimos al 2014, estamos llegando el año 2013", dijo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
Ese factor se suma al límite autoimpuesto por el Gobierno para que el crecimiento porcentual del gasto público no supere al de la expansión económica de largo plazo, es decir no más de un 5%.
Ello, en medio de un escenario de inflación bajo control, pero de una galopante fortaleza del peso frente al dólar, lo que ha restado competitividad al sector exportador chileno.
Bajo presión. Para el 2013, el proyecto de Presupuesto considera el endeudamiento por parte del gobierno de hasta US$6.000 millones, a lo que se suma una partida adicional de US$300 millones.
"Respecto a la emisión de deuda, eso esta abierto para poder ser en deuda local o fuera del país, tradicionalmente lo que hacemos es dejar un espacio para la emisión de deuda, es un tema de manejo de caja", explicó el ministro de Hacienda.
Si bien el gobierno puede lucir sólidos números en economía, se encuentra bajo la presión de los estudiantes, que exigen educación gratuita y han empujado a miles de personas a salir a las calles en el último año pidiendo una mejor distribución de la riqueza en el mayor productor de cobre en el mundo.
En un intento por borrar el constante ruido político de las manifestaciones de los estudiantes, Piñera dijo que el presupuesto destinado a educación se incrementará en US$1.200 millones, al incorporar todos los recursos generados por una reciente reforma tributaria.
"Sin la reforma tributaria tendríamos del orden de dos puntos menos de crecimiento del gasto", dijo Larraín.
La partida de educación crecerá 9,4% real para alcanzar US$12.800 millones, con la esperanza de dejar en mejor pie al oficialismo ante las elecciones presidenciales del próximo año, a las que Piñera no puede postular.
El presupuesto del próximo año también considera mayores gastos en seguridad, salud y el combate a la pobreza.
Piñera enfatizó en que además se pondrá énfasis en la implementación de un plan contra el narcotráfico, inmigrantes ilegales y contrabando en la frontera del norte del país.