En la mayor parte de las empresas se consideran tres criterios para establecer incrementos de remuneraciones: inflación, capacidad de pago y las políticas generales de la empresa.

Este año el mercado salarial privado del país realizó incrementos de 5,71% en las remuneraciones y para el 2012 se espera un comportamiento similar, según la encuesta de remuneraciones presentada ayer por la consultora Price Waterhouse Coopers (PWC).

El informe, levantado con datos de 323 empresas a octubre 15 del 2011, revela que este año las empresas nacionales efectuaron incrementos remunerativos del 5,58% y las multinacionales de 6,04%, mientras que por ciudades, en Quito se reflejó un alza promedio de 5,41% mientras en Guayaquil del 6%.

Carlos Loaiza, socio de PWC, quien ayer presentó el estudio en Guayaquil ante ejecutivos de diversas compañías, explicó que desde la dolarización se mantiene la tendencia en el mercado de que el aumento de las remuneraciones en las empresas privadas esté por encima de la tasa de inflación.

El año pasado el incremento salarial promedio en las compañías fue 5,31% frente a una inflación reportada del 3,3%.

En la mayor parte de las empresas, según Loaiza, se consideran tres criterios para establecer incrementos de remuneraciones: inflación, capacidad de pago, y las políticas generales de la empresa.

Según el estudio realizado por PWC, en el 2012 los incrementos de las remuneraciones se realizarán en enero, febrero, marzo, abril, mayo, julio y septiembre. La proyección preliminar para el año venidero es que sea del 5,30%.

La encuesta también refiere que para el próximo año las empresas tendrán como nuevo desafío la Ley de Control y Regulación de Poder de Mercado (o Antimonopolio), que incluye controles y auditorías en seguridad y salud. El proceso empezó en el 2011, pero arrancará con fuerza en el 2012.

Se observó que una de las condiciones para las empresas será contar con un médico ocupacional, profesionales que hay muy pocos en el país, y que por el momento las universidades no están en capacidad de proporcionarlos.

Los especialistas consideran que esto puede convertirse en un gran problema para las empresas y que cumplir con esta exigencia va a demandar algún tiempo.

Entre los asistentes a la presentación se expuso la inquietud de que el sector privado está en desventaja con el sector público en oferta de salarios, por ejemplo, los de enfermeras y médicos a los que el Estado paga más. De allí que algunos consideraron que habría que zanjar esas diferencias que perjudican al sector privado.