"Nuestros socios demandan compromisos escritos. Quieren que los líderes políticos envíen una carta de compromiso sobre las políticas que serán implementadas en los próximos años", dijo Lucas Papademos a periodistas luego de dialogar con el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, en Luxemburgo.
Luxemburgo/Atenas. El nuevo primer ministro tecnócrata de Grecia dijo este martes que confía en que los líderes políticos se comprometerán por escrito con las medidas de austeridad que demanda la Unión Europea para destrabar los fondos necesarios para evitar la bancarrota.
Pero a pesar de que Lucas Papademos intentó tranquilizar a los funcionarios de la UE en Luxemburgo, el partido conservador Nueva Democracia reiteró su negativa a firmar una promesa y los principales sindicatos del sector público y privado convocaron a una huelga de 24 horas el 1 de diciembre.
Será la primera huelga importante desde que asumió Papademos, ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), al frente de una coalición formada por tres partidos que deberá garantizar el pago de un tramo de 8.000 millones de euros para evitar una cesación el próximo mes.
"Nuestros socios demandan compromisos escritos. Quieren que los líderes políticos envíen una carta de compromiso sobre las políticas que serán implementadas en los próximos años", dijo Papademos a periodistas luego de dialogar con el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, en Luxemburgo.
"Creo que los líderes partidarios cumplirán con su deber. Soy optimista (y creo) que se va a encontrar una solución pronto. Esto debe hacerse para fin de mes", agregó.
Diferencias. Mientras que el socialista PASOK del caído primer ministro George Papandreou y el LAOS de extrema derecha señalaron su voluntad de firmar, el líder de Nueva Democracia Antonis Samaras ha enfurecido a los líderes de la UE insistiendo en que su consentimiento verbal es suficiente.
La UE y el Fondo Monetario Internacional quieren el compromiso escrito porque sospechan que los líderes podrían luego desatender sus obligaciones, sobre todo ante la cercanía de las elecciones el 19 de febrero.
"Queremos una firma del señor Samaras. De lo contrario, (Grecia) no va a recibir el dinero, absolutamente no", dijo el ministro de Finanzas de Holanda, Jan Kees de Jager, al canal RTL 7.
Holanda, Alemania y Finlandia -tres países con estabilidad financiera que resienten el hecho de tener que rescatar a Grecia- se reunirán el viernes para discutir los últimos desarrollos en Atenas, indicó De Jager.
Samaras, un economista formado en Harvard, se opuso a las subas de impuestos y los recortes del gasto impulsados por Papandreou argumentando que Grecia, actualmente en su cuarto año de recesión, necesita políticas pro-crecimiento.
Papademos, quien también se reunirá con el presidente del BCE Mario Draghi en Frankfurt más tarde, dijo que su gobierno está abocado a lidiar con los desafíos económicos más inmediatos.
"Creo que el nuevo gobierno va a superar la crisis y lograr la consolidación fiscal", aseguró, agregando que sus planes incluyen medidas para reforzar la competitividad de la economía griega.
Además del tramo de ayuda de diciembre, Grecia también espera que sus acreedores aprueben un rescate de 130.000 millones de euros acordado el mes pasado.
Pero el Gobierno de Papademos enfrenta numerosos obstáculos para implementar las reformas.
GSEE, la organización sindical que agrupa a 2,5 millones de trabajadores del sector privado, convocó a una huelga el 1 de diciembre para protestar contra el presupuesto del 2012, que será votado por el Parlamento el 7 de diciembre.
El sindicato del sector público ADEDY, que representa a unos 500.000 trabajadores, dijo que planea sumarse a la medida.