Los niveles de liquidez global son excepcionalmente altos y la economía de China (principal importador del mundo) está brindando alentadoras señales de estabilización en los últimos meses.
Sala de Inversión. Los inversores podrían observar nuevas oportunidades este año, debido a distintas tendencias que se han dado de cara al mediano plazo en los commodities en general y en los del sector energético, específicamente.
Por otro lado, las principales preocupaciones se centran en el alza de la producción de gas natural en EE.UU. y otros países, lo que implicaría un aumento en la oferta de energía, resultando negativo para su cotización, y la incertidumbre en los precios de las materias primas debido a las dudas acerca de las tasas de crecimiento económico en el mundo.
Los niveles de liquidez global son excepcionalmente altos y la economía de China (principal importador del mundo) está brindando alentadoras señales de estabilización en los últimos meses.
Si bien los riesgos son altos y puede esperarse una elevada volatilidad, los valores de la energía pueden llegar a tener un elevado recorrido alcista si la economía global los ayuda.
Muchos inversores buscan capitalizar las subidas de los precios en las materias primas mediante contratos a futuro o CFDs. Si bien esta estrategia puede ser muy rentable, hay que tener en cuenta que el elevado apalancamiento también incrementa los riesgos.
Para operar con estos instrumentos, es recomendable realizar un seguimiento muy activo de las posiciones y contar con los conocimientos adecuados para gestionar los riesgos del día a día.
Desde este punto de vista, enfocarse en acciones de empresas ligadas a las producción de commodities puede resultar una estrategia más apropiada para inversores con un grado medio de tolerancia al riesgo y un horizonte de mediano o largo plazo.
Además, esto permite seleccionar las alternativas que mejor se ajusten a su visión de un determinado mercado. Exxon (XOM), por ejemplo, cuenta con un balance sólido y con operaciones muy diversificadas, tanto a escala internacional como en lo que respecta a la diversificación entre petróleo y gas natural.
Aún en caso de que los precios de la energía se mantengan retrasados, tiene la rentabilidad y la solvencia suficientes para continuar funcionando perfectamente e incluso incrementar regularmente sus dividendos.
Estos dividendos, sumados a una activa política de recompra de acciones, limitan claramente el riesgo bajista de la posición, al menos en comparación con otras empresas del sector.
En otro sentido, Petrobrás (PBR) se encuentra inmersa en un fuerte proceso de exploración y producción en plataformas offshore. Esto implica que está tomando deuda para financiar sus proyectos y, además, se trata de recursos con un costo de extracción relativamente alto.
En caso de un escenario alcista para los precios del crudo, sus acciones podrían experimentar una subida teniendo en cuenta el impacto de esta variable sobre el valor de sus reservas. Pero si las perspectivas son poco alentadoras para el crudo, sus papeles se encontrarán en una situación muy vulnerable.
Además de invertir en acciones de empresas ligadas a la producción de hidrocarburos, también se puede apostar al sector mediante firmas vinculadas a la distribución y utilización de estos recursos.
Esta alternativa resulta prometedora en lo que respecta al gas natural, dado que los nuevos descubrimientos y las tecnologías no convencionales de explotación pueden generar un boom de consumo, pero no necesariamente aumentos de precios.
Kinder Morgan (KMI) cuenta con la mayor red de distribución de gas natural en los Estados Unidos, lo que la pone en una posición de privilegio en caso de que este recurso sea cada vez más utilizado como fuente de energía en ese país.
Este proceso se encuentra en clara evolución en los últimos meses gracias a que las compañías de generación eléctrica están reemplazando otras fuentes de energía menos convenientes como el carbón por este commodity.
Existen también algunas empresas más pequeñas, con mucho riesgo pero altísimo potencial si el gas natural se convierte en el combustible del futuro, tal como lo pronostican algunos analistas del sector.
Clean Energy Fuels (CLNE) está construyendo una red de estaciones de combustible para utilización en transporte, especialmente camiones, lo que podría ser muy rentable en un horizonte de largo plazo.
En el mismo sentido Wesport Innovations (WPRT) es un proveedor de tecnologías para motores a gas natural y, también, una empresa de alto potencial si los vehículos pesados en los EE.UU. comienzan a utilizarlos por una conveniencia de costos.
En definitiva, invirtiendo en acciones, no sólo es posible capitalizar determinada visión sobre los precios de las materias primas sino que, también, se pueden obtener beneficiarse de tendencias innovadoras que no necesariamente impliquen aumentos de precios.