El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo en una entrevista en su oficina de Buenos Aires que espera que el peso se deprecie en línea con la inflación el año próximo, mientras los controles de capital impulsan las reservas.
Buenos Aires. Las dificultades que sufre la moneda argentina no se resolverán con "una sola medida", dijo a Reuters el ministro de Economía, Martín Guzmán, sugiriendo que el país mantendrá una lenta depreciación del peso en lugar de una abrupta devaluación.
En medio de una larga estanflación, los inversores están atentos a la amplia diferencia entre el valor del peso en el mercado oficial frente a los mercados alternativos, lo que llevó a especulaciones sobre una eventual devaluación.
Sin embargo, el economista de 38 años dijo en una entrevista el jueves en su oficina de Buenos Aires que espera que el peso se deprecie en línea con la inflación el año próximo, mientras los controles de capital impulsan las reservas.
"Esto no se resolverá con una sola medida. Lleva tiempo", dijo a Reuters.
"Esperamos que la tasa de devaluación del año próximo esté en línea con la inflación. La idea es mantener un tipo de cambio real estable", añadió.
La inflación de noviembre se enfriaría respecto del nivel de octubre, dijo.
Argentina ha estado luchando contra una crisis monetaria desde 2019, que obligó al gobierno anterior de Mauricio Macri a implementar controles sobre el mercado de cambios que se han endurecido con Guzmán y el presidente de centroizquierda Alberto Fernández.
La brecha entre el precio del dólar en el mercado oficial y en las plazas alternativas es de alrededor del 78%, luego de dispararse a casi el 150% a fines de octubre. Eso obligó al Gobierno a tomar medidas para calmar los temores del mercado sobre la caída de las reservas extranjeras y sobre una devaluación.
Guzmán, quien negoció la reestructuración de unos US$110.000 millones en bonos en moneda extranjera a principios de este año, dijo que los controles de capital son una "medida defensiva", pero que se mantendrían "mientras necesitemos acumular reservas extranjeras".
Adios recesión. Guzmán dijo que Argentina, que arrastra desde 2018 una contracción económica que llegaría a entre el 11% y el 12% este año, saldría de la recesión en el primer semestre del 2021.
"Estamos aquí, de pie, y 2021 va a ser un año mejor", dijo Guzmán, que llegó al ministerio junto con el cambio de gestión a fin del 2019. "Soy optimista sobre las perspectivas de recuperación en 2021".
El Gobierno necesita reactivar la economía, incluidas las exportaciones de granos, aunque Guzmán dijo que es poco probable que se reduzcan los impuestos a los embarques que tanto rechazan los agricultores del país, una potencia del sector.
"Ahora no es el momento de pensar en medidas que conducirían a una disminución de los ingresos fiscales. Eso eventualmente socavaría la confianza, no aumentaría la confianza", explicó Guzmán.
El Gobierno también está en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre un nuevo programa para reemplazar un programa crediticio fallido por US$57.000 millones de 2018. Se espera que se llegue a un acuerdo entre marzo y abril del año próximo.
Cuando se le preguntó si eso incluiría nuevos préstamos, Guzmán dijo que el país debería ser "muy cuidadoso al momento de tomar decisiones sobre préstamos en moneda extranjera". Argentina ya recibió alrededor de US$44.000 millones del programa de 2018.
Muchos en el país culparon a las políticas ortodoxas del FMI de preparar el escenario para un colapso económico que en 2001 sumió a millones de argentinos de clase media en la pobreza, y Guzmán dijo que se deben aprender lecciones.
"Históricamente ha habido turbulencias entre Argentina y el FMI", sostuvo el ministro. "Tenemos que ser conscientes de los problemas del pasado para no repetirlos, pero siempre tenemos que mirar hacia adelante".