No había previstas reuniones cara a cara durante la jornada, aunque el líder conservador Evangelos Meimarakis planeaba llamar al jefe del partido comunista KKE, en un previsible ejercicio de futilidad incluso si se producía la conversación.
Atenas. Los líderes de la oposición griega se tomaban con calma el domingo la búsqueda de una nueva coalición, haciendo caso omiso a los llamados dentro y fuera del país a dar pasos rápidos hacia la realización de unas elecciones que permitan que la endeudada nación pueda gestionar su crisis económica y humanitaria.
No había previstas reuniones cara a cara durante la jornada, aunque el líder conservador Evangelos Meimarakis planeaba llamar al jefe del partido comunista KKE, en un previsible ejercicio de futilidad incluso si se producía la conversación.
El lento avance en las negociaciones para formar una nueva coalición desde la dimisión el jueves del primer ministro Alexis Tsipras ha originado llamados a que un líder provisional implemente más austeridad y políticas de reformas, que son esenciales para asegurar que Grecia siga recibiendo un dinero vital dentro de su nuevo rescate.
Tsipras sigue siendo favorito para liderar un nuevo Gobierno, pero sea quien sea el que gobierne Grecia enfrentará los mismos problemas. El país evitó por poco el derrumbe financiero y su posible salida de la zona euro cuando Tsipras capituló ante las demandas de la zona euro y el FMI para asegurarse un acuerdo de rescate.
Aunque el dinero ha comenzado a llegar, podría detenerse si los acreedores creen que Atenas no se atiene a sus promesas en una revisión del programa en octubre. Eso hundiría los planes de rescate para los bancos griegos, sumidos en la crisis.
Además de por la crisis económica, Grecia necesita un Gobierno estable por las dificultades que genera la llegada de miles de inmigrantes, muchos de ellos refugiados de la guerra civil siria.
Los inmigrantes llegan a las islas de Grecia en pequeños botes, abriéndose paso hasta el interior del país y luego hacia territorio de Macedonia, en cuya frontera se agolpan miles de ellos a la espera de dirigirse al norte de Europa.
Según la Constitución de Grecia, los tres mayores partidos tienen tres días cada uno para tratar de formar un nuevo Gobierno si un Ejecutivo dimite después de menos de un año.
Si fracasan estos intentos -algo casi seguro- el presidente, Prokopis Pavlopoulos, puede nombrar un primer ministro provisional y convocar a elecciones.
Algunos creen que Grecia no puede esperar a actuar hasta después de las elecciones, que Tsipras quiere que se celebren antes de finales de septiembre.
"El país necesita un primer ministro provisional con experiencia", dijo el diario Kathimerini. "Implementar el acuerdo alcanzado con los acreedores, recapitalizar los bancos y la crisis migratoria son asuntos candentes que no pueden esperan ni siquiera un mes", añadió.