El crecimiento de la producción industrial china se desaceleró a un 9,2% anual en el séptimo mes del año, su tasa más débil desde mayo del 2009.
Pekín. La producción fabril de China se desaceleró inesperadamente en julio y alcanzó su tasa más baja en más de tres años, subrayando las adversas condiciones económicas globales que podrían llevar a las autoridades locales a tomar más medidas para cumplir una meta anual de crecimiento del 7,5%.
El crecimiento de la producción industrial china se desaceleró a un 9,2% anual en julio, su tasa más débil desde mayo del 2009, desde un 9,5% en junio y por debajo del 9,8% pronosticado en una encuesta elaborada por Reuters.
También este jueves datos oficiales mostraron que las ventas minoristas y la inversión en activos fijos incumplieron los pronósticos del mercado, avivando las expectativas de que el gobierno actúe para respaldar a una economía que ha visto cómo el crecimiento disminuía durante seis trimestres consecutivos.
El crecimiento de las ventas minoristas, el principal motor de la expansión económica en el primer trimestre, bajó a un 13,1%, contra un pronóstico del 13,7%.
Y el crecimiento anual de la inversión en activos fijos -bienes raíces, caminos y puentes- fue del 20,4% en el período enero-julio, sin cambios respecto al periodo enero-junio y apenas por debajo del pronóstico del 20,5%.
La inflación minorista anual, en tanto, se desaceleró en julio al 1,8%, su mínimo en 30 meses, lo que sugiere que el banco central tiene un amplio panorama para relajar aún más su política monetaria tras rebajar las tasas de interés en junio y en julio.
"Creemos que la debilidad será más persistente que lo que la gente esperaba", dijo el economista especializado en China del Standard Chartered Bank en Shanghai, Li Wei.
"Mi visión es que la retórica política está perdiendo su efectividad como impulsora de la confianza y se necesitan acciones para reforzar el crecimiento", agregó el economista.
La economía china está luchando por escapar a los efectos de la crisis de deuda en la zona euro y de una tibia recuperación en Estados Unidos, factores que están manteniendo el crecimiento global en un tono bajo y empujaron en julio a los nuevos pedidos de exportaciones a su mayor caída en ocho meses.
Además de bajar las tasas de interés, China también ha recortado la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener obligatoriamente en sus reservas, liberando unos 1,2 billones de yuanes (US$191.000 millones) para crédito desde noviembre del 2011.
El presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao han prometido reforzar la "sintonía fina" en la segunda mitad del año para respaldar a la economía.
"Las medidas que el gobierno ha tomado hasta ahora no han sido suficientes para estabilizar el crecimiento y el respaldo a través de políticas debe intensificarse", dijo Wang Jun, economista del Centro Chino de Intercambio Económico Internacional (CCIEE, por sus siglas en inglés), un grupo de expertos del gobierno.
"En cuanto a políticas monetarias, el banco central debería recortar la tasa de reservas requeridas a los bancos tan pronto como sea posible", agregó el economista.
Según una opinión generalizada, el banco central continuaría con un gradual relajamiento de la política monetaria en los próximos meses para respaldar el crecimiento, pese a su reciente advertencia de que la inflación podría acelerarse después de agosto.
Los estímulos podrían dar sólo un impulso limitado a la economía ante la ausencia de una recuperación global, según analistas.
"El crecimiento económico en el tercer trimestre posiblemente siga siendo flojo. El crecimiento podría mostrar alguna mejoría a partir de septiembre", dijo Zhang Hanya, investigador de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, la principal agencia de planificación del país.
El crecimiento económico ha estado desacelerándose desde el comienzo del 2011, alcanzando un 7,6% en el segundo trimestre, su tasa más baja desde la crisis financiera global.
Los analistas encuestados antes de los datos difundidos el jueves esperaban ver una aceleración del crecimiento en el tercer trimestre, al 7,9%, y un crecimiento para todo el año del 8%, por encima de la meta oficial.