La producción cayó un 18,8% en abril, la segunda consecutiva en el indicador, después de que la industria brasileña cayera un 9,1% en marzo. La caída se explica por las medidas de distanciamiento social implantadas a raíz de la pandemia de Covid-19.

Sao Paulo. La producción industrial de Brasil cayó un 18,8% en abril en comparación con el mes anterior, lo que supone el pero registro en la serie desde hace 18 años, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge).

Se trata de la segunda caída consecutiva en el indicador, después de que la industria brasileña cayera un 9,1% en marzo. La caída se explica por las medidas de distanciamiento social implantadas a raíz de la pandemia de Covid-19.

"El resultado de abril sigue, claramente, el mayor número de paralizaciones de varias unidades productivas, en diversos segmentos industriales, como consecuencia de la pandemia", ha explicado el director de Investigación del IBGE, André Macedo.

En concreto, Macedo ha detallado que el resultado de abril ha incrementado los resultados negativos que se registraron en marzo hasta "magnitudes históricas de dos dígitos" en 22 de las 26 actividades analizadas.

Respecto a las actividades, la que registró el peor comportamiento fue la de vehículos y carrocerías, con un desplome casi total del 88,5%, debido a las interrupciones en la producción de automóviles en varias fábricas del país.

Según Macedo, la interrupción en la producción de automóviles ha impactado en otros segmentos industriales como la metalurgia, que cayó un 28,8%; los productos de caucho y plástico, con un 25,8% menos; y maquinaria y equipo, con un descenso del 30,8%. Otras reducciones relevantes en actividades fueron las de las actividades de coque, productos derivados del petróleo y biocombustibles, un 18,4% menos; y el de bebidas, un 37,6% menos.

En cuanto a las categorías, Macedo resalta que en abril se registraron descensos en las principales categorías económicas de Brasil e incluso algunas registraron el peor resultado de sus series históricas. Los bienes de consumo duraderos descendieron hasta un 79,6%, los bienes capitales cayeron un 41,5%, los bienes intermediarios se redujeron en un 14,8% y los bienes no duraderos cayeron un 12,4%.

En contraposición, las industrias alimenticias y farmacéuticas tuvieron repuntes con respecto a marzo. Los productos alimenticios crecieron un 3,3% y los productos farmacéuticos se incrementaron en un 6,6%, en contraste con los descensos registrados en ambos sectores en marzo. Por su parte, los productos de limpieza e higiene personal crecieron un 1,3%.