En los primeros cinco meses de 2019, la producción de la industria brasileña acumuló un descenso del 0,7%, en comparación con el mismo período del año pasado, mientras que en los últimos 12 meses hasta mayo, el resultado es nulo.
Río de Janeiro. La producción de la industria brasileña se contrajo un 0,2% en mayo pasado en comparación con abril, lo que supone el tercer resultado negativo mensual este año, informó este martes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
De acuerdo con el reporte, en comparación con mayo del año pasado, la producción industrial de Brasil aumentó un 7,1%, el mejor resultado desde abril de 2018 (9,2%).
El IBGE atribuyó el fuerte incremento anual al hecho de que en mayo de 2018, hubo una huelga de miles de camioneros en todo el país, lo que paralizó Brasil y afectó la producción de la industria, que dejó muy baja la base de comparación.
En los primeros cinco meses de 2019, la producción de la industria brasileña acumuló un descenso del 0,7%, en comparación con el mismo período del año pasado, mientras que en los últimos 12 meses hasta mayo, el resultado es nulo.
En términos de nivel, la industria general se encuentra un 17,5% por debajo del récord de producción, alcanzado en mayo de 2011.
"Con la entrada de las informaciones mensuales de 2019, este distanciamiento se incrementó", resaltó el IBGE.
Según el informe, 18 de los 26 ramos industriales analizados tuvieron un resultado negativo en mayo anterior, liderados por la fabricación de vehículos que bajó un 2,4% en mayo frente a abril.
Se registró también una baja en la producción de bebidas (3,5%), así como en el segmento del cuero, artículos para viaje y calzado con una disminución del 7,1%, mientras que en productos químicos el descenso fue del 2%.
Por el contrario, las industrias de extracción subieron un 9,2%, mientras que derivados del petróleo y biocombustibles lo hicieron en 3,2%, con lo que pusieron fin a dos meses seguidos de baja.
La contracción de mayo pasado en la industria brasileña refleja el flojo desempeño de la mayor economía de América Latina, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) disminuyó un 0,2% en el primer trimestre del año.
El escenario es de baja confianza de los empresarios y los consumidores, una elevada ociosidad y una tasa de desempleo que afecta todavía a 13 millones de personas.
Debido a esta situación, el mercado financiero redujo este lunes al 0,85% la previsión de crecimiento de la economía brasileña para el presente año, menos de un tercio de la previsión hecha a inicios de 2019.