Según la composición de la producción de energía primaria que presente el Balance Energético Nacional 2014, a la hidroenergía corresponde el 67% y a la biomasa el 33% restante.
Asunción. El renglón derivados del petróleo está ausente, porque nuestro país aún no puede extraer una sola tonelada de crudo de su subsuelo.
Muchos confunden, por lo escuchado en París a finales de noviembre último, también el presidente Cartes, este esquema con el que registra el consumo final.
Si observamos el de la producción primaria, concluiremos que nuestro país producirá en Itaipú este año 44.500.000 MWh (50% del total), mientras que en Yacyretá generará otros 10 millones (50%) y en Acaray alrededor de un millón de MWh, o sea 55 millones de MWh en total.
Sin embargo, de este extraordinario caudal de energía, la ANDE solo aprovecha alrededor del 22,7% y el resto lo cede, obligatoriamente, a sus socios en Itaipú en Yacyretá, para colmo de males por un precio que no llega a US$ 10/MWh.
Las razones por las cuales el consumo eléctrico paraguayo sigue muy bajo está a la vista.
El Balance Energético destaca que en el cuadro de consumidores de la ANDE los más relevantes son el residencial y el comercial, relegando al sector industrial a sitios de menor importancia.
Muchas unidades de producción de este sector siguen utilizando biomasa (residuos e incluso leña) como fuentes de calor.
Una de las causas del aún enorme peso específico de los derivados del petróleo en Paraguay también está a la vista: carece de un sistema de transporte (de pasajeros y carga) eléctrico.