El ritmo de expansión de la economía estadounidense siguió siendo demasiado lento como para cerrar la puerta a una nueva ronda de estímulo monetario por parte de la Reserva Federal
Washington. La economía estadounidense creció en el segundo trimestre levemente más de lo estimado inicialmente, pero el ritmo de expansión siguió siendo demasiado lento como para cerrar la puerta a una nueva ronda de estímulo monetario por parte de la Reserva Federal (Fed).
El Producto Interno Bruto (PIB) creció a una tasa anual del 1,7%, dijo este miércoles el gobierno en su segunda estimación sobre la evolución de la economía en el segundo trimestre.
Previamente, se había estimado un crecimiento del 1,5% para el segundo trimestre.
En su informe de este miércoles, el Departamento de Comercio dijo que una mayor fortaleza de las exportaciones atenuó un retroceso en el reabastecimiento de inventarios por parte de las empresas.
La nueva cifra estuvo justo en línea con lo que esperaban los economistas. En el primer trimestre, la economía estadounidense creció un 2,0%.
El informe mostró además que tras el pago de impuestos, las ganancias corporativas subieron inesperadamente un 1,1% tras haberse desplomado un 8,6% en el primer trimestre.
"Básicamente estuvo en línea con nuestro pronóstico. El dato muestra que sigue prevaleciendo un lento crecimiento. Muestra una ligera mejoría en el gasto del gobierno y en el gasto del consumidor, pero el dato general sugiere que la economía se mantiene en modalidad de lento crecimiento y no es probable que cambie", dijo Peter Cardillo, jefe economista de mercado con Rockwell Global Capital en Nueva York.
"Esto ciertamente fortalece las manos de las Fed para ayudar la economía", agregó.
Si bien la composición de la actividad económica fue bastante favorable, el crecimiento sigue por debajo de la tasa trimestral de entre 2% y 2,5% considerada necesaria para mantener la tasa de desempleo estable.
Esto podría llevar a la Reserva Federal a lanzar nuevas medidas de estímulo monetario en su encuentro del 12 y 13 de septiembre.
La cifra del segundo trimestre fue revisada al alza para mostrar un fuerte crecimiento de las exportaciones, pese a la desaceleración de la demanda global. El comercio aportó 0,32 puntos porcentuales al PIB del trimestre, en vez de haber restado un tercio de punto porcentual como se había estimado previamente.
Eso ayudó a reducir el impacto negativo de los inventarios. Las existencias de las empresas aumentaron en US$49.900 millones, menos que los US$66.300 millones estimados de forma preliminar e hicieron un aporte negativo del 0,23 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.
Sin embargo, el manejo cuidadoso de los inventarios puede dar un impulso a la economía durante el trimestre actual.
Sin contar los inventarios, el PIB creció un 2,0%, muy por encima del 1,2% calculado en la medición preliminar.
El gasto del consumidor también fue revisado para mostrar un crecimiento del 1,7%, superior a la tasa de 1,5% estimada en el cálculo anterior. Sin embargo, la cifra es menor al avance del 2,4% visto en el primer trimestre.
Si bien el gasto del consumidor fue mayor al estimado, las presiones inflacionarias permanecieron bajas.
El índice de precios para gastos en consumo personal subió un 0,7%, sin cambios respecto de la medición anterior y la tasa más baja desde el segundo trimestre del 2010. En el primer trimestre, había alcanzado un 2,5%.
La medición subyacente de este índice, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, subió un 1,8% frente al 2,2% del primer trimestre y sin cambios respecto del cálculo preliminar.