La incubadora está diseñada para abrir posibilidades a los jóvenes emprendedores ecuatorianos, entre los que ya hay seis casos de negocios exitosos en China vinculados a esta plataforma.
El Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones de Ecuador (ProEcuador), a través de la Oficina Comercial del Ecuador en Shanghái, ha puesto en marcha en la capital económica de China su primera incubadora de empresas ecuatorianas en el exterior de todo el planeta.
Según explicó a Efe el cónsul comercial ecuatoriano en Shanghái, Wilson Merino Rivadeneira, el proyecto nace como un modelo pionero de promoción de los negocios ecuatorianos, ya que además de incorporar un espacio y facilidades para los emprendedores, incluye la alianza con la contraparte china de ProEcuador en Shanghái.
En efecto, desde que la Comisión del Comercio del Gobierno de Shanghái firmó en julio pasado en Quito un memorando de entendimiento con ProEcuador, ha sido posible crear esta incubadora empresarial con un aliciente poco común: la colaboración directa con Invest Shanghai, su agencia promotora de negocios internacionales.
"Al utilizar los recursos y los equipos de ambas instituciones espero que podamos crear sinergias y generar oportunidades concretas para ambas partes", explicó a Efe Zhang Zheng, subdirector del departamento para América y Oceanía de Invest Shanghai.
"Además del espacio para la incubadora (ubicada en el edificio de la agencia china, lo que facilita físicamente la colaboración a diario), tenemos mucho que ofrecer, podemos presentar a productores ecuatorianos con redes de distribución locales, queremos introducir productos y servicios ecuatorianos en nuestro mercado", dijo.
Para Invest Shanghai este proyecto también supone un modelo pionero, su primer intento de crear una plataforma de este tipo con otros países, y que espera que no sea "sólo para la promoción de productos, sino también para hacer posibles otros proyectos".
Por ejemplo, mencionó que una nueva delegación de la Comisión de Comercio de Shanghái viajará a Ecuador de nuevo en julio próximo, y que está intentado que se incorpore el Grupo de la Construcción de China, un gigante estatal con interés en la posible construcción de infraestructuras en Ecuador, como un monorraíl en su capital.
La incubadora está diseñada para abrir posibilidades a los jóvenes emprendedores ecuatorianos, entre los que ya hay seis casos de negocios exitosos en China vinculados a esta plataforma, que Merino y el consulado ecuatoriano han tratado de dotar con servicios que permitan evaluar las posibilidades de cada producto en China.
"Hay mucha madera" entre los jóvenes ecuatorianos en el gigante asiático, y la iniciativa les ofrece no sólo una incubadora empresarial típica, con una mesa, una primera dirección física en Shanghái y servicios de secretaría, sino que les dará acceso común a estudios de mercado y formación sobre cultura empresarial en China.
"El Gobierno ha querido no sólo darles un espacio físico a los emprendedores, sino darles el conocimiento necesario para que ellos puedan plantear y perfeccionar su modelo de negocio", resumió por su parte Jorge Hidalgo, el cónsul ecuatoriano en la metrópoli china.
Para ello se han aliado con una consultora local, DezanShira, que ofrecerá a los emprendedores de la incubadora este tipo de formación básica sobre China, las características de su mercado, su funcionamiento para las empresas y su cultura de negocios.
Igualmente la incubadora trabaja también con una firma de estudios de mercado, Noe China, y otra de mercadotecnia, Moisson Group, con capacidad de atender las necesidades de los emprendedores ecuatorianos al dar sus primeros pasos como empresa en el país oriental.
Además, el espacio organizará talleres de capacitación empresarial, el primero de los cuales fue impartido ya a los seis primeros emprendedores por Carlos Moncayo, el joven empresario ecuatoriano cuyo grupo Aisiam Business fue reconocido en 2011 por el alcalde de Nueva York entre 20 firmas emprendedoras mundiales.
Por el momento la incubadora está trabajando ya con firmas de turismo, exportación de cacao, café, banano, marisco y flores, e incluso una de comercio justo, para la venta de tagua ecuatoriana, un material vegetal utilizado para producir botones.