Este término fue acuñado en 2001 por el periodista argentino Antonio Laje para explicarle a la opinión pública las restricciones impuestas por el ex presidente Fernando de la Rúa.
Ante la crisis económica por la que atraviesa Grecia — generada principalmente por un alto endeudamiento del país— el primer ministro, Alexis Tsipras, decidió restringir la circulación de efectivo y control del horario de los bancos y la bolsa de valores, conocido como “corralito”.
El origen del término se remonta a la Argentina del expresidente Fernando De la Rúa, en 2001, cuando la nación del Cono Sur entró en recesión económica contagiada por la crisis financiera mundial de 1997, que inició en Asia Oriental, donde, según Joseph Stiglitz, las presiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) por la apertura de países como Tailandia terminaron por socavar una economía en la que se movían un alto volumen de capitales extranjeros.
Como pasa con Grecia, para esa misma época el FMI les pidió a los gauchos adoptar planes de austeridad y aumento de los impuestos. Para esa época la política económica del saliente mandatario Carlos Saúl Menem había logrado la paridad entre dólar y peso argentino.
Una de las primeras medidas que tomó De la Rúa fue establecer la restricción conocida como “corralito” en la que los bancos funcionaban como custodios del dinero para evitar que el dinero se escapara (la misma función de un “corralito” con los niños).
Esto implicaba que solamente podían ser retiradas una suma determinada de dinero de las instituciones financieras promoviendo el uso de los medios de pago electrónico, evitando la evasión y la bancarización de quienes no hacían parte del sistema. De esta manera se evitó el “pánico” bancario, es decir que todos los ciudadanos fueran a las oficinas a pedir sus dinero y generaran una eventual quiebra del sistema.
Este domingo, el primer ministro griego tomó unas decisiones similares: los bancos y la bolsa cerrará hasta el 6 de julio, las personas solo podrán retirar 60 euros diarios, los turistas podrán sacar dinero de cajeros automáticos siempre y cuando las cuentas y tarjetas de crédito sean de otro país, la negociación entre entidades financieras griegas no tiene restricciones, sin embargo, cuando se trate de foráneas las operaciones se limitaran a compras de primera necesidad como medicinas.
El pago de pensiones se podrá cobrar en las oficinas siempre y cuando el pensionado no pueda utilizar tarjetas para recibir su asignación mensual.