Un funcionario de alto rango del gobierno estadounidense, quien informó a un pequeño grupo de periodistas bajo condición de anonimato, dijo que el dinero sería destinado a adquirir terrenos privados en el Valle del Río Grande en el sur de Texas y adelantar las compras de acero.
Washington. La propuesta de presupuesto del presidente Donald Trump que será presentada este lunes incluirá la solicitud de US$3.000 millones como pago inicial para construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, dijo este jueves una autoridad de alto rango del Gobierno.
El funcionario, quien informó a un pequeño grupo de periodistas bajo condición de anonimato, dijo que el dinero sería destinado a adquirir terrenos privados en el Valle del Río Grande en el sur de Texas y adelantar las compras de acero.
El Gobierno espera construir 96 kilómetros de una valla de piezas de acero a lo largo de la frontera con el financiamiento del 2018 y otros 103 kilómetros con fondos del 2019.
Los US$3.000 millones son adicionales a la solicitud de este año de US$14.000 millones para la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
El muro fronterizo fue una bandera de lucha de Trump en su campaña presidencial del 2016. El republicano prometió que México pagará por el muro, algo que el Gobierno mexicano ha insistido que no ocurrirá.
Los demócratas se oponen férreamente al muro, que Trump ha dicho busca mantener fuera a los inmigrantes indocumentados y a los narcotraficantes.
La nueva valla sería construida en áreas que se sabe que son utilizadas por los inmigrantes para entrar a Estados Unidos, dijo el funcionario.
El tema del muro fronterizo también se ha convertido en parte del debate sobre cómo proteger a los "Dreamers", jóvenes que fueron llevados a Estados Unidos en su infancia como indocumentados.
Trump ha ofrecido proteger a los "Dreamers" de la deportación y darles una vía hacia la ciudadanía en un plazo de 10 a 12 años, a cambio de US$25.000 millones para financiar el muro y fortalecer las restricciones contra la inmigración ilegal, pero los demócratas han rechazado sus términos.
