El Banco Gubernamental de Fomento (BGF), que gestiona las finanzas de la isla, explicó que la suscripción de la deuda será gestionada por Barclays, Morgan Stanley y RBC Capital Markets.
San Juan. El gobierno de Puerto Rico confirmó que ultima una nueva emisión de obligaciones generales, pese a que acumula ya la ingente cantidad de 70.000 millones de dólares en deuda que, además, acaba de ser degradada al nivel de "chatarra" o bonos "basura".
El Banco Gubernamental de Fomento (BGF), que gestiona las finanzas de la isla, explicó que la suscripción de la deuda será gestionada por Barclays, Morgan Stanley y RBC Capital Markets y aseguró que la isla está preparada para regresar al mercado.
"Hemos completado medidas significativas en el último mes para mejorar nuestra salud fiscal y estamos listos para acceder al mercado con una nueva emisión de bonos de GO (obligaciones generales)", dijo este martes el presidente del BGF, David Chafey, en un comunicado.
La semana pasada Standard & Poor's y Moody's rebajaron la calificación de la deuda de Puerto Rico al grado especulativo (en el que invertir se considera arriesgado), alegando que la isla tiene problemas de liquidez, tras siete años de contracción económica, y dificultades para acceder al mercado para buscar financiación.
Esta degradación ha tenido un impacto en el mercado de deuda municipal, que se calcula que mueve unos US$3,7 billones y donde cerca del 70% de los fondos mutuos que lo componen tienen algo de deuda puertorriqueña, que resulta muy atractiva para los inversores estadounidenses porque está exenta de impuestos y ofrece tipos de interés altos.
Con esta nueva emisión, que podría alcanzar los US$3.500 millones, aunque el gobierno aún no ha confirmado ese extremo, se pretende refinanciar o pagar la deuda ya existente que tiene un vencimiento más próximo.
Al gobierno de Puerto Rico le interesaría no tener que emitir más deuda, porque ya es tremendamente elevada (casi el cuádruple de la de Detroit cuando protagonizó la mayor bancarrota jamás sufrida en el mercado de deuda municipal) y porque los tipos de interés tendrán que ser muy elevados si quiere atraer inversores.
Sin embargo, la degradación de la deuda ha hecho que algunos inversores adelanten el cobro de la deuda, por lo que Puerto Rico tiene que hacer frente ahora a pagos con los que no contaba y que, en el más corto plazo, ascienden a al menos US$900 millones.
Aunque en un principio, el gobierno había convocado a inversores y analistas a una videoconferencia mañana para explicar sus planes para hacer frente a la crisis fiscal que afronta, hoy anunció que la pospone una semana, hasta el día 18 de febrero.