La Cámara de Comercio de Lima advirtió que las pequeñas y medianas empresas enfrentan grandes desafíos para poder competir en niveles de productividad en el país, y planteó la necesidad de mayores políticas de acompañamiento para garantizar su expansión.
Lima. Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) tienen un papel importante en la economía peruana dado que aportan significativamente al Producto Bruto Interno (PBI) y dan empleo al 75% de la Población Económicamente Activa (PEA), así lo indicó la Cámara de Comercio de Lima (CCL) en el "XIII Expo Pyme 2018: ¿Cómo llegar a ser una pyme de clase mundial?, desafíos, oportunidades y retos”.
“Las pequeñas y medianas empresas enfrentan grandes desafíos, quieren competir y son conscientes que deben producir con calidad. Las Pymes tienen ahora muy claros sus objetivos y la forma de conseguirlos. Se plantean estrategias de producción, de comercio, de administración y de inversión tecnológica y se preocupan por encontrar el soporte a una estabilidad financiera a corto y mediano plazo”, precisó Yolanda Torriani, la presidenta de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Indicó que este aporte evidencia el gran valor de las Pymes en la generación de empleo y producción del país; sin embargo, la mayoría de ellas no tienen acceso a las herramientas que emplean las grandes empresas en sus procesos de expansión.
En el evento organizado por el Gremio de la Pequeña Empresa de la CCL, Torriani Del Castillo explicó que las Pymes, al no contar con un buen apalancamiento de capitales de trabajo y no alcanzar economías de escala, sus costos fijos no les permiten acceso a consultorías y asesorías que les faciliten planes de crecimiento acorde a su tamaño.
“Ello crea mayores dificultades para contratar y retener personal capacitado, así como para comercializar sus productos y servicios, en consecuencia, la mayoría de estas empresas terminan desapareciendo al cabo de 3 años”, aseveró.
Freno de las Pymes. Entre los factores que frenan el crecimiento de las Pymes figuran la exagerada carga impositiva, la rigidez laboral y las trabas burocráticas. A ello se suma el limitado acceso a la tecnología, dificultades para conseguir financiamiento, el limitado acceso a las compras estatales, baja calidad de bienes y servicios, así como la escasa capacitación. “Ello conlleva a una baja competitividad obligándolas a pasar a la informalidad”, refirió Torriani.
En ese contexto, Jorge Ochoa, presidente del Gremio de la Pequeña Empresa de la CCL, precisó que las Pymes requieren de una política tributaria y laboral que promuevan su desarrollo e incrementen su productividad y competitividad.
“En una economía globalizada, el desafío es lograr negocios peruanos de clase mundial con proyección internacional considerando que nuestro país es la sexta economía con mayor nivel de emprendimiento en el mundo”, agregó.
En el Perú, el 99,8% son micro y pequeñas empresas (mypes) con mayor representatividad en servicios, comercio y manufactura. No obstante solo el 20,7% de las mypes aporta a las ventas totales.
Cabe mencionar que las microempresas representan el 96,6% del total de empresas que existen en el Perú y la mayoría de ellas carecen de instrumentos financieros para acceder al crédito, pues actualmente pagan una tasa de interés 8 veces superior a la tasa de las grandes empresas.