Expuso que el alto grado de interconexión global ha elevado los desafíos para las políticas de los países emergentes, particularmente desde la implementación de las políticas monetarias no convencionales.

El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, advirtió que los flujos de capitales en el mundo buscan rendimientos y vulnerabilidades, al tiempo que agregó que la reversión de las políticas monetarias de las economías avanzadas podrían desencadenar ajustes de cartera bastante desestabilizadores.

“La situación subyacente en naciones emergentes es aún más delicada, dada la fuerte disminución de los precios de las materias primas, desaceleración de la economía mundial y el crecimiento del comercio, y en particular por las vulnerabilidades en China y Brasil”, agregó en una ponencia denominada unconventional Monetary Policies, Spillovers and Policy Options for EMEs, publicada en el portal del Banxico.

Expuso que el alto grado de interconexión global ha elevado los desafíos para las políticas de los países emergentes, particularmente desde la implementación de las políticas monetarias no convencionales. Esas políticas, a pesar de que fueron necesarias, incentivaron la búsqueda de rendimientos para los inversionistas de economías avanzadas, generaron flujos masivos de capitales para algunas economías emergentes por varios años. Dichos flujos de capital favorables en un principio, han generado vulnerabilidades con las cuales ahora los países emergentes tienen que lidiar, como desajustes de precios de activos (compresión extrema de los diferenciales de tasas) y vulnerabilidades asociadas con la potencial salida de los flujos de capitales en un contexto de insuficientes redes globales de seguridad.

“Dada la forma en que los flujos internacionales de capital se han intermediado y la presencia de mercados financieros relativamente más delgadas en las economías emergentes, la reversión de la política monetaria las políticas de las economías avanzadas podrían desencadenar ajustes de cartera que podrían ser bastante desestabilizadores”, enfatizó.

La acumulación de desequilibrios financieros convierte en esencial el fortalecimiento de los fundamentos macroeconómicos de las economías emergentes.

Advierte que la fortaleza de los fundamentales macroeconómicos de un país podría no ser suficiente para contener los riesgos financieros, por lo que recomendó a las autoridades de países emergentes estar preparadas para utilizar las reservas internacionales y otro tipo de diques y pueden tener que actuar como creadores de mercado de última instancia en su mercado de valores local.