A diferencia de los humanos, las expansiones económicas "no se vuelven cada vez más frágiles con la edad", escribió el investigador jefe de la Fed de San Francisco, Glenn Rudebusch.
Por el mero hecho de que la recuperación económica de Estados Unidos dure ya casi siete años, no hay razón para pensar que el país se dirige a una recesión, indicó un estudio publicado este lunes por el Banco de la Reserva Federal en San Francisco.
A diferencia de los humanos, las expansiones económicas "no se vuelven cada vez más frágiles con la edad", escribió el investigador jefe de la Fed de San Francisco, Glenn Rudebusch, en la última edición de la Carta Económica de la entidad regional.
"Si se tiene en cuenta solo la edad, una expansión de 80 meses tiene, de hecho, la misma posibilidad de concluir que una de 40 meses", agregó.
El estudio, que recurre a una rama de la estadística conocida como análisis de supervivencia, aporta una aproximación al punto de vista de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, que dijo en una rueda de prensa en diciembre que no cree que la duración de la actual expansión signifique que "sus días están contados".
Aunque antes de la Segunda Guerra Mundial sí era cierto que cuando más duraban las expansiones, más probabilidades tenían de acabar, no ocurre lo mismo en el periodo de posguerra, señaló Rudebusch.
En su opinión, una razón podría ser que las recuperaciones de posguerra se basan menos en la producción de bienes que en la de servicios. Asimismo, según escribió, el gobierno federal -incluida la Fed- está más centrado ahora en estabilizar la economía que antes de la guerra.
La actual expansión económica de Estados Unidos se acerca ya a los siete años, lo que la convierte en una de las recuperaciones más longevas del periodo posbélico.