Por la reforma las grandes cadenas gastronómicas pasarían a pagar impoconsumo, que los llevaría a subir precios.
La Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), el gremio que representa a los restaurantes, cadenas y bares, se sumó a la oposición sobre la reforma tributaria estructural. Aunque el proyecto de ley propone un incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 16 al 19%, esto no es lo que más les preocupa. El mayor temor de este sector es que se termine el beneficio que tienen las grandes cadenas y las franquicias y que ahora pasen a tributar por medio del impuesto al consumo (impoconsumo) de 8%. (Vea Sector gastronómico en contra de la Tributaria, podrían subir los precios)
En 2013 las grandes cadenas le pidieron al Gobierno que les permitiera tributar por medio del impuesto al valor agregado y no por medio del impoconsumo. La diferencia entre ambos gravámenes consiste que las empresas pueden descontar el IVA dependiendo de los costos de sus insumos. En cambio el impuesto al consumo no permite deducciones.
La reforma propone terminar con esos beneficios y pasar a todos los restaurantes y cadenas, sin importar su tamaño, a que paguen solo impoconsumo. Terminando con ese doble sistema que hay en el país: algunos restaurantes tributan por medio del IVA y otros con el impuesto al consumo.
Claudia Barreto, presidenta de Acodres, explicó que “si el Gobierno pasa a los restaurantes y grandes cadenas a pagar impoconsumo, les dará un fuerte choque a los costos de estas empresas. Y dado que es un impuesto que no se puede deducir, no quedará otra que subir los precios de los productos”.
Barreto también indicó que el Gobierno debe proteger este sector, pues “en Acodrés se encuentra el 85 % del aporte parafiscal de los restaurantes al Fondo Nacional del turismo. Asimismo, aquí está el 75% de la industria gastronómica, tanto en ingreso como en empleabilidad. Y el 90 % de todas las grandes cadenas”.
En efecto, algunas cadenas están preocupadas con el cambio que propone la reforma tributaria. María Lucía Merino, gerente general de Dunkin Donuts Colombia, afirmó: “Para una operación como la nuestra, que descuenta el IVA, pasar a pagar impoconsumo implicaría un incremento en los costos de más del 8 % sumado a la inflación causada. Estamos hablando de un incremento de cerca del 16 %, que inevitablemente tendríamos que trasladárselo a los consumidores. No podemos seguir asumiendo estos efectos tributarios tal como hicimos en 2013, en donde por no afectar a nuestros clientes tuvimos que pasar momentos muy difíciles teniendo que desacelerar nuestro crecimiento a la mitad”.
Por su parte, Francisco Staton, director general para Colombia de Arcos Dorados (McDonalds), explicó que “es mentira que McDonalds se vaya a ir del país por la reforma tributaria, pero sí nos afectará en nuestro plan de expansión e inversión en Colombia. Por lo que la generación de nuevos empleos podría mermarse”.
Otra de las quejas del gremio sobre la reforma es la propuesta de cobrar impuesto a las bebidas azucaradas: $300 por litro comercializado. De acuerdo con Acodrés, no está lo suficientemente claro si este gravamen también aplica a jugos y bebidas con azúcar, como cocteles, que se preparan dentro de los restaurantes y bares.
Frente a esto Camilo Ospina, presidente de la Asociación de Bares de Colombia (Asobares), advirtió que “esta propuesta impondrá un incremento en los costos a los bares de cerca del 22 %. También hay que tener en cuenta que esto afectaría los cocteles y las bebidas energizantes. De manera que los conductores elegidos, que dependen de estas bebidas sin alcohol, también se verán afectados”.
Por todo esto, Acodres le pide al Gobierno mantener el doble sistema, el del IVA e impoconsumo, y subir el impuesto al valor agregado de manera gradual.