"La Junta de Gobierno seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación (...) en especial del tipo de cambio y su posible traspaso a los precios al consumidor", señaló Banco de México (central).
El banco central de México anunció el jueves que mantuvo su tasa de interés clave en un 3,25%, en línea con las expectativas del mercado, aunque señaló que el balance de riesgos para la inflación en el corto plazo se ha deteriorado debido a una persistente depreciación de la moneda local.
El peso mexicano alcanzó hace dos semanas un mínimo histórico de 18,80 unidades por dólar y se mantiene cerca de ese nivel, aunque hasta ahora solo ha afectado los precios de algunos bienes, sin provocar un deterioro generalizado en la formación de precios, precisó el banco en un comunicado.
"La Junta de Gobierno seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación (...) en especial del tipo de cambio y su posible traspaso a los precios al consumidor", señaló Banco de México (central).
Alberto Ramos, analista de Goldman Sachs, destacó en un reporte a clientes que el eventual traspaso del tipo de cambio a los precios subió al primer lugar de los factores a vigilar por el banco, relegando a la postura monetaria relativa con Estados Unidos con respecto al comunicado anterior.
"La Junta de Gobierno modificó su guía hacia adelante para señalar su creciente incomodidad con el debilitamiento del peso", dijo Ramos, quien no descarta que Banxico pueda anticiparse a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) en aumentar la tasa clave ante una mayor depreciación de la moneda.
La inflación en el país latinoamericano se ubicó en un 2,48% interanual hasta la primera quincena de enero, cerca de mínimos históricos.
Pese al deterioro del panorama de inflación a corto plazo, Banxico dijo que los riesgos a mediano plazo se mantuvieron sin cambio y que ambos son congruentes con la consolidación de la convergencia al objetivo de 3% anual.
El instituto emisor indicó también que el balance de riesgos para el crecimiento económico mostró cierto deterioro, debido principalmente al estancamiento de las exportaciones manufactureras, por la debilidad de la actividad industrial en Estados Unidos.
México envía alrededor de un 80 por ciento de sus exportaciones a su vecino del norte y principal socio comercial.
La decisión de dejar sin cambios la tasa ocurre después de que en diciembre el banco aumentó el costo del crédito por primera vez en más de siete años, siguiendo los pasos de la Fed y para evitar una depreciación desordenada del peso.
En tanto, Banxico reiteró que "es fundamental mantener un marco macroeconómico sólido" en México para enfrentar el complejo entorno internacional.
En tal sentido, enfatizó la necesidad de hacer los ajustes requeridos a las finanzas públicas para absorber el choque generado por el desplome de los precios del petróleo y continuar la implementación de la reforma del sector energético.
Un total de 15 analistas encuestados por Reuters anticiparon que el banco central dejaría estable la tasa de referencia.