En medio de fuertes presiones inflacionarias, las autoridades del equipo económico anunciaron a comienzos de marzo una nueva medida que está vigente desde abril.
Observa.com.uy El arranque del 2016 mostró una característica sobresaliente: el dólar con un ritmo firme de suba. Ese fortalecimiento del billete verde se frenó a partir de marzo con un descenso que se hizo más evidente este mes, pero que hasta ahora es inferior al que se registra en la mayoría de los países que el gobierno sigue y menciona como referentes en materia de competitividad.
En medio de fuertes presiones inflacionarias, las autoridades del equipo económico anunciaron a comienzos de marzo una nueva medida que está vigente desde abril: la suba de los encajes bancarios. Con esa carta a la vista y en un escenario sin margen para volver a recurrir a los precios administrados, hay analistas que afirman que el gobierno utiliza el tipo de cambio como única herramienta para contener los precios en el corto plazo.
"Baja deliberada del dólar y fuera de tendencia global es producida por el BCU, pues es el único instrumento que usan frente a la inflación. Es evidente que el BCU no juega simétricamente para atenuar la volatilidad del dólar. Decidió bajarlo deliberadamente con aumento de encajes", escribió en su cuenta de Twitter el economista Javier de Haedo.
En tanto, el economista de Oikos, Pablo Moya dijo a El Observador que la falta de pesos "es notoria" y "se materializa en el alza de la tasa en pesos y en deshacer posiciones en dólares", lo que incrementa la oferta de estos y hace descender su precio. "Entiendo que es el único instrumento posible, ya que no se tiene margen fiscal para política en ese sentido, como se hizo en el pasado y fue la más eficaz", apuntó el economista.
El ritmo más atenuado de depreciación de la moneda uruguaya frente al dólar mantiene vivo el debate respecto a la mejora en los niveles de competitividad del país frente a sus competidores de referencia.
¿Qué pasó en otros países?. Desde el cierre de febrero a la fecha, el descenso del billete verde en Uruguay fue más leve de lo que ocurrió con la mayoría de sus competidores y emergentes de referencia oficial, excepto Chile y Nueva Zelanda. En ese período el dólar en Uruguay cayó 4,2%, mientras que en Nueva Zelanda el descenso fue de 2,68%, y en Chile 4,12%. Sin embargo, la caída fue más pronunciada en México (5,33%), Australia (6,17%), Sudáfrica (7,33%) y Colombia (8,2%). En relación a la región, el descenso acumulado en Brasil es de 7,89%, mientras que en Argentina la divisa estadounidense se fortaleció 1,3%, según datos procesados por la Unidad de Análisis Económico de El Observador.
En la variación interanual Uruguay se mantiene a mitad de tabla frente a sus competidores más directos con un aumento del dólar de 19,74%, por debajo de Sudáfrica (26,67%), y Colombia (24,14%); y por encima de México (19,24%), Chile (11,86%), Nueva Zelanda (10,91%) y Australia (1,73%).
Si bien en lo que va del año la moneda uruguaya se depreció más respecto a la canasta de divisas relevantes para el país y eso representa una mejora de las condiciones para competir en precios con los bienes importados y para acceder a los mercados externos, algunos analistas advierten que la medida de subir los encajes va a contrapelo de esa mejora de la competitividad.
En ese sentido, el economista Pablo Rosselli de la consultora Deloitte, había dicho días atrás que sería un "error" concentrar el énfasis de los objetivos en mejorar el déficit, "y no tener mejores niveles de competitividad", aun cuando eso implica una inflación ubicada por encima del 10% por un tiempo.
La suba de los encajes. El Banco Central (BCU) dispuso días atrás que para las colocaciones en pesos con plazo contractual menor a 30 días el porcentaje de recursos que las instituciones bancarias deben mantener inmovilizados es de 23% a 28% y en los depósitos en dólares con plazo de hasta 180 días, de 26% a 28%. Estas modificaciones suponen que las instituciones financieras deberán inmovilizar aproximadamente US$ 710 millones, según estimaciones de CPA Ferrere.
En teoría, la medida restringe la capacidad de los bancos para prestar dinero, y no solo afecta el volumen de financiamiento a las familias y empresas, sino que también encarece el acceso al crédito. Eso contribuye a reducir la cantidad de dinero en circulación y a través de una menor demanda de bienes y servicios, quitarle presiones a la inflación.
El discurso oficial"En el costo del funcionamiento financiero no va a tener mayor impacto, pero sí en el terreno de las señales y las expectativas; y también probablemente sobre la liquidez en moneda nacional que hay en el mercado y que hoy está operando y haciendo ruido en el mercado cambiario. Lo que pretendemos es que esa reducción de liquidez en moneda nacional contribuya a suavizar la volatilidad en el mercado cambiario", había dicho a la prensa el presidente del BCU, Mario Bergara a comienzos de marzo en un almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM).
Por su parte, la semana pasada el ministro de Economía, Danilo Astori, precisó que el equipo económico trabaja con una multiplicidad de objetivos y que "no renuncia" a ninguno de ellos. "El tema es encontrar el equilibrio fino en la dosis, en cómo se usa cada instrumento en las diferentes etapas del ciclo", dijo el jerarca luego de participar del Comité de Coordinación Macroeconómica.
Leve aumento de la divisa estadounidense. El dólar operó ayer en la primera sesión de la semana con un leve alza de 0,12% en el mercado interbancario. De esa forma, el billete verde cotizó a $ 31,045 en el promedio de las operaciones interbancarias. Sin embargo, en la última operación realizada ayer la moneda estadounidense operó con un descenso de 0,39% y cotizó a $ 31. La de ayer fue una jornada sin internvención del Banco Central (BCU) en un mercado que tuvo operaciones por un total de US$ 21,8 millones a través de las pantallas de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa). En lo que va de abril el billete verde registra una baja de 2,12%, con lo que se mantiene la racha a la baja iniciada en marzo.