El informe fue preparado para funcionarios senior del denominado G-20 que se reunirán esta semana en Shanghái en medio de la caída de los mercados bursátiles, la volatilidad de las monedas y señales de debilidad económica en todo el mundo.
El grupo de las 20 mayores economías del mundo debería planear ahora un programa de estímulos coordinados para evitar que la economía global se estanque, dijo este miércoles el cuerpo técnico del Fondo Monetario Internacional en un reporte.
El informe fue preparado para funcionarios senior del denominado G-20 que se reunirán esta semana en Shanghái en medio de la caída de los mercados bursátiles, la volatilidad de las monedas y señales de debilidad económica en todo el mundo.
"El G-20 debe planificar ahora el apoyo coordinado que se demanda, utilizando el espacio fiscal disponible para impulsar la inversión pública", aseguró el cuerpo técnico del FMI en el reporte.
La reunión en Shanghái ya es comparada con la celebrada por el G-20 en abril del 2009, cuando los funcionarios acordaron lanzar estímulos coordinados para evitar una depresión de la economía mundial durante la crisis financiera global.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, minimizó las expectativas de un plan de emergencia del G-20 esta semana, al decirle a Bloomberg Television que algunas economías del mundo marchaban mejor de lo pensado y que los inversores no deberían "esperar una respuesta a una crisis en un ambiente donde no hay crisis".
Pero el cuerpo técnico del FMI dijo que el crecimiento económico mundial se desaceleraba y las condiciones financieras se endurecían para las economías emergentes, donde los exportadores de materias primas han sido duramente golpeados por la ralentización en China.
"Estos acontecimientos apuntan a mayores riesgos de descarrilar la recuperación", según el reporte.
Gobiernos en el mundo podrían necesitar crear nuevos mecanismos de financiamiento para ayudar a algunos mercados emergentes y países exportadores de materias primas que son altamente vulnerables a un giro en los flujos de dinero, aseguró el cuerpo técnico del FMI.
Los inversores sacaron dinero de economías con comportamientos débiles y lo llevaron hacia Estados Unidos en el período previo al alza de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en diciembre, que marcó el fin de siete años de fondos federales cercanos al cero por ciento.
Eso debilitó a las monedas de mercados emergentes, en momentos en que la demanda mundial por materias primas también ha caído.
En enero, el FMI recortó su proyección de crecimiento mundial para este año a un 3,4% desde un 3,6%. El reporte del miércoles dijo que era probable una nueva rebaja en las proyecciones en abril.
También pidió a las economías avanzadas depender menos de la política monetaria y más de la política fiscal para apoyar el crecimiento. Además, las economías emergentes deberían adoptar tipos de cambio flexibles cuando sea posible y realizar intervenciones en el mercado cambiario sólo de forma temporal.