El objetivo de la elaboración de este listado es dar cuenta de qué tan complejo es cada uno de ellos para hacer negocios desde la óptica regulatoria y de cumplimiento.
Qué tan fácil o complicado es para una empresa operar en una determinada geografía. Esa es la pregunta para cuya respuesta una compañía internacional elaboró un ranking, en el que Uruguay se coronó como el país sudamericano "menos complejo" para hacer negocios. El país obtuvo el puesto 55 dentro de las 95 naciones incluidas dentro del índice –a mayor número, menos complejidad–.
De acuerdo a la última edición del Índice Global de Complejidad 2015, realizado por la firma TMF Group –referente a nivel mundial en materia de consultoría contable y secretariado corporativo–, a Uruguay le siguen en esta región del mundo Ecuador (40), Chile (37) y Paraguay (29).
Este es el grupo de países sudamericanas que tuvo un mejor desempeño en esta última edición.
El objetivo de la elaboración de este listado es dar cuenta de qué tan complejo es cada uno de ellos para hacer negocios desde la óptica regulatoria y de cumplimiento.
Dentro del listado de países que, por el contrario, obtuvieron una mala nota, un vecino se llevó el nada codiciado primer puesto. Por tercer año consecutivo Argentina consiguió la cocarda y se alzó con el título de país más compleja para realizar negocios. Le siguieron Indonesia, en el segundo lugar, y Colombia, en el tercero.
De hecho, dentro de la región, además de Argentina y Colombia, México, Bolivia y Brasil se encuentran entre los primeros 10 peores lugares del ranking.
En el extremo opuesto del ranking, Irlanda (95) se consagró como la nación donde es más fácil hacer negocios.
Reducción de la burocracia. La complejidad de cualquier país no es afectada de manera necesaria por el lugar que ocupa en el mapa, de acuerdo a lo que explicó a El Observador el director Sudamérica para TMF, Roberto Scrimieri.
"Sin embargo, está muy influenciada por el sistema legal en vigor, lo que determina cómo las empresas serán manejadas y reguladas por las autoridades localmente y qué tan hábiles serán estas para mantener un ambiente de gobernanza corporativa estable", indicó el ejecutivo.
En relación a en qué puntos los países deben avanzar para escalar posiciones en el ranking, Scrimieri dijo que "un factor que siempre debe buscarse mejorar, y que aplica para cualquier jurisdicción, es la necesidad de reducir la burocracia para que el país sea más atractivo a la inversión extranjera".
A la hora de enumerar los elementos positivos de Uruguay –y que explican en parte por qué logró este lugar en la lista–, Scrimieri indicó varias razones.
Su ubicación geográfica, en primer lugar, que "históricamente ha posicionado al país como puerto de entrada y salida del comercio a la región y al mundo". Añadió también que Uruguay se está posicionando como una "ubicación muy interesante" en el terreno del comercio de servicios.
Asimismo, sostuvo que el país "mantiene una trayectoria y reputación de estabilidad política, social y económica".
Por otra parte, mencionó los "regímenes atractivos" con los que cuenta Uruguay y que allanan el camino para el desembarco de inversiones. En este punto hizo referencia a la Ley de inversiones y a la de Zonas Francas.
En último término, Scrimieri también remarcó como ejemplo de innovación, la posibilidad de que las empresas emitan de manera electrónica los recibos de sueldo de sus empleados.