El peronista Alberto Fernández, de confirmarse su triunfo en las elecciones generales, deberá lidiar con una economía en recesión, una alta inflación y una pobreza que castiga a un tercio de los argentinos. Además, deberá manejar delicadamente la relación con el FMI.
Buenos Aires. Las elecciones primarias de este domingo en Argentina dieron una inesperada ventaja al líder de centroizquierda Alberto Fernández sobre el actual presidente neoliberal Mauricio Macri, que le abre las puertas a una victoria en los comicios de octubre.
El peronista Fernández, de confirmarse su triunfo en las elecciones generales, deberá lidiar a partir de asumir el 10 de diciembre con una economía en recesión, una alta inflación y una pobreza que castiga a un tercio de los argentinos.
Además, deberá manejar delicadamente la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), del que Macri recibió un préstamo por US$57.000 millones a cambio de una serie de compromisos que algunos analistas consideran difíciles de respetar, como lograr un superávit fiscal primario del 1% en 2020.
Alberto Fernández fue jefe de Gabinete del ex presidente Néstor Kirchner entre 2003 y 2007 y durante el primer año de la gestión de su sucesora y viuda, Cristina Fernández de Kirchner, por lo que los inversores lo relacionan con las políticas intervencionistas que llevó adelante el peronismo entonces.
Si bien durante los años de Fernández en el Gobierno, la economía creció y se registraron superávits fiscal y comercial, en la última gestión de Fernández de Kirchner -de 2011 a 2015- el país cayó en déficit y se aplicaron restricciones al comercio y un control de cambios que ahuyentaron las inversiones.
A continuación, las posibles medidas económicas de Alberto Fernández respecto a los principales factores económicos:
Inflación. Fernández propuso convocar a un acuerdo económico y social para combatir la inflación, uno de los mayores problemas económicos del país, y dijo que las tarifas de servicios públicos ya no estarán referenciadas al dólar. Estas tarifas alimentaron en gran parte el alza de precios en años recientes.
Macri ha buscado desacelerar la inflación -que cerró el 2018 en 47,6%- con un fuerte ajuste fiscal y una estricta política monetaria. El banco central usa la política monetaria para secar la plaza de pesos a través de una alta tasa de interés, que llegó a niveles del 74% anual.
Por el contrario, Fernández adelantó que buscará bajar la tasa para reactivar la economía y estimular el consumo.
Peso. Fernández dijo que quiere un tipo de cambio competitivo “para producir y exportar”.
Este lunes, tras conocerse los resultados de las primarias, el peso mayorista se derrumbó hasta un 30,3% a un mínimo histórico de 65 por dólar. La cotización de la moneda es un tema clave en Argentina porque impacta de manera directa sobre el índice de precios al consumidor.
El candidato presidencial peronista acusó a Macri de hacer uso del crédito otorgado por el FMI para evitar una abrupta caída del peso, que dispararía aún más la tasa de inflación.
La economista y diputada de la alianza “Frente de Todos” Fernanda Vallejos, dijo a Reuters que se estudian regulaciones que limiten la actividad de los capitales especulativos “para reducir los niveles de vulnerabilidad de la economía”.
“Un tiempo de permanecer en el país, con un porcentaje de encajes que se deben mantener en el sistema una vez que los capitales ingresan”, explicó Vallejos.
A fines de 2015, la primera medida que tomó Macri, un ex empresario neoliberal muy cercano a los mercados, fue eliminar las restricciones cambiarias impuestas por la gestión de Fernández de Kirchner. También quitó requisitos a los ingresos de capitales en un intento por atraer inversiones extranjeras.
FMI. Fernández, que se reunió con directivos del organismo durante la campaña, dijo que buscará reformular los acuerdos para poner fin a la crisis económica.
“El programa económico vigente no es nuestro programa. Compromete a nuestro país muy por encima de sus propias posibilidades”, dijo Fernández tras la reunión a fines de junio. “Buscamos estabilizar la economía para poder crecer como condición necesaria para pagar nuestras deudas”.
Impuestos a exportaciones. Fernández propuso eliminar los impuestos a las exportaciones de industrias, economías regionales y de servicios informáticos y de conocimiento.
“Se va a modificar el esquema de retenciones, debe reflejar el patrón productivo que impulsa el país”, dijo Vallejos.
Macri, que había prometido reducir gradualmente esos impuestos, en 2018 los extendió a todos los bienes, incluso a algunos que antes no tributaban, ante la necesidad de incrementar los ingresos para cumplir con la meta de reducción del déficit fiscal.
Subsidios económicos. Fernández basó gran parte de su campaña en criticar el fuerte aumento de las tarifas de los servicios públicos, la contracara de la reducción de los subsidios que llevó adelante Macri, y sostuvo que “desdolarizará” las tarifas para que no aumenten a la par del dólar.
Una de las políticas más antipáticas que llevó adelante Macri fue la reducción de los subsidios a la energía y al transporte, una medida que golpeó el bolsillo de los argentinos.
Al asumir Macri, el gasto en subsidios representaba cerca del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) dado que el Gobierno anterior mantenía bajas las tarifas de los servicios públicos para sostener el poder de compra de los argentinos.
Según la consultora C&T, los subsidios caerían al 1,6% del PIB a fines de 2019.
Comercio Internacional. Fernández buscará estimular las exportaciones argentinas pero promoverá la sustitución de importaciones para defender la industria local y el empleo.
En su plataforma sostiene que hay que fortalecer el bloque comercial del Mercosur y puso reparos en un acuerdo alcanzado por ese bloque con la Unión Europea por considerar que podría perjudicar a la industria local.
El Gobierno de Macri consideró un hito histórico el acuerdo alcanzado con la UE tras un proceso de décadas de negociación.