El código es parte de la respuesta de la industria financiera a las acusaciones de manipulación del mercado y mal uso de información sobre órdenes confidenciales de clientes.
El primer código de conducta global para el mercado cambiario prohíbe que los operadores mientan o desaten falsos rumores, como parte de un nuevo catálogo de reglas que busca reconstruir la confianza en el mayor mercado financiero mundial.
El documento, lanzado el jueves como una evolución a partir de un puñado de códigos regionales usados previamente, se centra sobre todo en el detalle de cómo tratan los bancos las órdenes de los clientes y qué pueden decirse entre ellos los participantes del mercado.
Sólo para esos temas, el nuevo código incluye decenas de directivas individuales organizadas bajo once "principios" más amplios, así como un anexo ampliado de ejemplos específicos de fórmulas apropiadas e inapropiadas para discutir los movimientos del mercado.
Sin embargo, deja el gran asunto de la gobernanza, y de cómo será supervisado el código, para trabajos posteriores el próximo año. Lo referente a las operaciones electrónicas de gran velocidad, que han cambiado la cara de la industria en la última década, también fue aplazado para más tarde.
El código es parte de la respuesta de la industria financiera a las acusaciones de manipulación del mercado y mal uso de información sobre órdenes confidenciales de clientes, que hicieron que siete de los principales bancos mundiales recibieran multas por alrededor de US$10.000 millones al final de una gran investigación global el año pasado.
"La industria del mercado cambiario ha sufrido una falta de confianza", dijo el gobernador asistente del Banco de Australia, Guy Debelle, que dirigió el panel de 21 bancos centrales que trabajaron en el documento desde fines de julio, en una teleconferencia con periodistas. "El mercado necesita reconstruir esa confianza".
En el centro del escándalo estuvo la compartición de información de órdenes confidenciales de clientes a través de chats electrónicos de operadores con nombres como "El Cartel" y "El Club de los Bandidos", sobre todo en torno a unas tasas cambiarias referenciales.
Además de las multas a las entidades, decenas de operadores fueron despedidos y se repensó el marco de los referenciales diarios del mercado. Sin embargo, muchos operadores aseguran que el temor actual a hablar libremente aumentó el riesgo de sus acciones y desanimó parte de la especulación que hizo que el mercado fuera capaz de absorber con facilidad grandes órdenes sin movimientos volátiles en los precios.