El presidente del gobierno español, que eludió la palabra "rescate", quiso dejar claro que el acuerdo "no tiene nada que ver" con otros procesos en otros países, en velada referencia a Grecia, Irlanda o Portugal.
Madrid. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, intentó este domingo desviar las críticas a su manejo de la crisis de deuda española y dijo que el país evitó un rescate completo de su deuda soberana debido a sus medidas para recortar el déficit y a las reformas económicas emprendidas.
En una conferencia de prensa, Rajoy evitó calificar de "rescate" la decisión tomada el sábado por la zona euro de prestarle a España hasta 100.000 millones de euros para apuntalar a sus alicaídos bancos, refiriéndose reiteradamente a "lo que pasó ayer".
Rajoy enfatizó en las medidas que ha tomado su gobierno de centroderecha para combatir los problemas de la banca desde que asumió el poder a fines del año pasado y no refirió al hecho de que España se convirtió en el cuarto país de la zona euro en buscar ayuda internacional en los tres años de crisis de deuda.
"Si no hubiéramos hecho lo que hemos hecho en estos cinco meses, lo que se hubiera planteado ayer sería la intervención de España", dijo Rajoy en una rueda de prensa en el gran salón que suele reservarse para recibir a jefes de Estado.
Rajoy fue atacado en la prensa y las redes sociales por no dar la cara el sábado y dejar que el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunciara la ayuda y negar además que ésta sea un rescate.
Los principales diarios españoles titularon con la palabra "Rescate". El periódico El País se refirió a la lucha del gobierno por no utilizar la palabra "rescate" como una búsqueda de "eufemismos".
Analistas dicen que Rajoy evita el término rescate porque implica la clase de condiciones humillantes y de vigilancia de funcionarios europeos a la que se sometieron Grecia, Irlanda y Portugal durante sus paquetes de ayuda.
El jefe del gobierno español insiste en que España pidió la línea de crédito para los bancos, que están en fuertes problemas debido a la explosión de una burbuja inmobiliaria y a la recesión, agregando que posee facultades muy limitadas y que todo es parte de su gran plan para revivir a la economía.
"Conseguir una línea de crédito de 100.000 millones no es tan fácil", declaró Rajoy.
Sus declaraciones este domingo fueron recibidas con burla por los españoles, incrédulos de que su jefe de Gobierno mantuviera sus planes de viajar a Polonia para ver el partido de fútbol entre la selección española ante Italia oir la Eurocopa.
"¿Y quién pagará el interés de esas líneas de crédito (para los bancos)?", se preguntó Pedro Arranz, profesor de una escuela primaria que vio a Rajoy por televisión en la sala de espera en un hospital local, junto a otras 30 personas.
Rajoy dijo que los pagos de interés de las líneas de crédito para la banca española no abultarán el déficit público. Sin embargo, hubo una contradicción respecto a las declaraciones dadas por de Guindos el día anterior.
De Guindos dijo que los fondos serán canalizados mediante el fondo español de rescate bancario, el FROB, contará como deuda pública y los pagos de interés irán al déficit.
Antonio Barroso, analista político del Eurasia Group, dijo que al mantener su agenda de fin de semana y evitar la palabra "rescate", Rajoy intenta presentar la ayuda como otro paso en el programa del Gobierno para reparar la economía.
"El Gobierno intenta entregar una imagen de normalidad, intentando mostrar que esto no es algo extraordinario", dijo Barroso.
Rajoy ha sido aplaudido en Europa por los profundos recortes al gasto y la baja del elevado déficit del país, además de una serie de reformas para mejorar la competitividad económica, como recortar el pago de indemnización legal por despido.
Sin embargo, la economía ha caído en recesión desde que asumió en diciembre, el desempleo se mantiene persistentemente en más de 24% y los costos de endeudamiento del país se dispararon, lo que llevó al Gobierno a buscar ayuda externa para los bancos.