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Raúl Castro muestra impaciencia por lento ritmo de las reformas en Cuba
Martes, Agosto 23, 2011 - 17:46

Las más de 300 reformas flexibilizan la línea de la economía de Cuba, y se centran en una mayor iniciativa privada, en la reducción de los subsidios y la descentralización de las empresas, así como en el recorte de un millón de empleos de las plantillas del Estado.

La Habana. El presidente cubano, Raúl Castro, se ha mostrado impaciente en los últimos meses con el lento ritmo de las reformas económicas domésticas debido a la burocracia y a la resistencia a los cambios.

En recientes declaraciones públicas, Castro acusó a los funcionarios del Gobierno de pereza, corrupción, negligencia y rigidez ideológica, al tiempo que instó a adoptar nuevas formas de pensar.

"Limpiémonos la cabeza de tonterías de todo tipo, no olviden que ya concluyó la primera década del siglo XXI, y es hora", afirmó Castro con énfasis en un discurso ante la Asamblea Nacional (Parlamento) el 1 de agosto.

Las más de 300 reformas, algunas puestas ya en marcha aunque la mayoría aún pendientes, flexibilizan la línea de la economía de Cuba, de estilo soviético, y se centran en una mayor iniciativa privada, en la reducción de los subsidios y la descentralización de las empresas, así como en el recorte de un millón de empleos de las plantillas del Estado.

El objetivo es asegurar la continuidad del socialismo en la isla para cuando él y los principales líderes de su gobierno no estén al frente del país.

Si bien ha sugerido paciencia en la implementación de los cambios en la isla, Castro dijo a la Asamblea Nacional que los problemas económicos mundiales requieren de mejoras más rápidas.

"El mayor obstáculo que enfrentamos (...) es la barrera psicológica formada por la inercia, el inmovilismo, la simulación o doble moral, la indiferencia e insensibilidad", afirmó.

En diciembre pasado, Castro, que reemplazó en la presidencia a su hermano Fidel en febrero del 2008, habló sin rodeos a la Asamblea Nacional sobre la falta de honradez en las filas del gobierno.

"Hay que luchar por desterrar definitivamente la mentira y el engaño de la conducta de los cuadros (dirigentes), de cualquier nivel (...)", destacó.

"No mentir, no robar, no ser holgazán". El mandatario mencionó seguidamente los tres principios de la civilización Inca -no mentir, no robar, no ser holgazán- y apuntó: "Están bien esos tres principios (...) Vamos a tratar de tenerlos presentes".

En un congreso del gobernante Partido Comunista en abril, donde quedaron aprobadas las más de 300 reformas, Castro dijo que para preservar el socialismo cubano se "hace imprescindible cambiar la mentalidad (...) o lo que es lo mismo, desterrar el inmovilismo fundamentado en dogmas y consignas vacías".

Pero a principios de este mes usó un lenguaje más fuerte frente a unos 600 diputados del Parlamento cuando dijo que a los funcionarios recalcitrantes y corruptos les sería mejor adaptarse a las reformas o pagarían un precio.

"Advierto que toda resistencia burocrática al estricto cumplimiento de los acuerdos del Congreso (...) será inútil", destacó.

"Nunca he sido partidario del apresuramiento ni de los cambios bruscos (...) pero ante las violaciones a la Constitución (...) no queda otra alternativa que recurrir a la Fiscalía y los Tribunales, como ya empezamos a hacer", agregó.

Los cubanos tienen varias teorías sobre quiénes se oponen a las reformas, que van desde el ex presidente Fidel Castro hasta ciudadanos comunes que prefieren las cosas tal y como están.

"La resistencia empieza con Fidel que piensa que todo el mundo debe ser igual", dijo un miembro del Partido Comunista que requirió el anonimato.

Pero un trabajador de un restaurante culpó a los muchos años de ayuda del Gobierno. "Le han dado tanto a la gente que se han acostumbrado a no tener que trabajar", dijo Ernesto Sáez.

Fidel ha apoyado públicamente las propuestas de su hermano, quien también dijo que "en tres o cuatro años, éste será el mejor país del mundo".

Autores

Reuters