Después de cambiar de signo varias veces en las tres primeras horas de la cotización, las plazas del Viejo Continente, que habían marcado un fuerte repunte en las dos últimas jornadas bursátiles, volvían este viernes a registrar pérdidas pasado el mediodía, si bien moderadas.
Los principales mercados europeos, excepto Madrid y Milán, retomaron este viernes la tendencia negativa, en respuesta a la decisión de la agencia de calificación de rebajar la nota de la deuda y los depósitos de doce entidades financieras británicas y de nueve bancos portugueses.
Después de cambiar de signo varias veces en las tres primeras horas de la cotización, las plazas del Viejo Continente, que habían marcado un fuerte repunte en las dos últimas jornadas bursátiles, volvían este viernes a registrar pérdidas pasado el mediodía, si bien moderadas.
La bolsa española lograba, sin embargo, mantenerse a flote y su principal indicador, el IBEX 35, avanzaba 0,28% hasta los 8.729 puntos.
En la misma línea, la Bolsa de Milán conseguía cambiar de signo al mediodía italiano, para ganar 0,18% y ubicarse en 15.359,10 puntos.
Con mucho esfuerzo, pasado el mediodía Amsterdam lograba avanzar 0,03% respecto del cierre de ayer.
Los demás mercados quedaban en rojo, encabezados por Estocolmo con 0,34%, Zurich con 0,32% y París con 0,25%; seguidas por Frankfurt que retrocedía 0,02 y Londres con una merma de 0,01%.
La vuelta a la baja de los principales indicadores europeos se debe a las reducciones de la calificación de nueve bancos portugueses y de doce ingleses, por parte de la agencia Moody´s.
En el caso de los portugueses, la calificadora apuntó a los bancos después de haber reducido a Ba2 el rating crediticio de Portugal. Según la agencia, los riesgos de los activos financieros de las entidades lusas aumentaron ya que tienen importantes inversiones en bonos del tesoro portugueses.
En cuanto a las instituciones inglesas, entre las cuales figuran el Royal Bank of Scotland y Lloyds TBS, ambos socorridos anteriormente por el gobierno, para la calificadora el gobierno británico no ayudará "tan fácilmente a algunos bancos si necesitaran ayuda".
Después de reducir la calificación de doce entidades, la agencia aclaró que la rebaja "no refleja un deterioro de la fortaleza financiera del sistema bancario".