La inesperada contracción en los primeros tres meses del 2012, una caída del 0,2% del Producto Interno Bruto, desconcertó a los analistas que anticipaban un crecimiento del 0,1%.
Londres. La economía británica cayó en su segunda recesión desde la crisis financiera tras una sorpresiva contracción en los primeros tres meses del 2012, aumentando la presión sobre el gobierno del primer ministro David Cameron que lucha contra una serie de reveses políticos.
La inesperada contracción en los primeros tres meses del 2012, una caída del 0,2% del Producto Interno Bruto, desconcertó a los analistas que anticipaban un crecimiento del 0,1%.
Las cifras se conocen en momentos en que la coalición de los partidos Conservador y Demócrata Liberal del Reino Unido ha sufrido una baja en su respaldo en las encuestas de opinión, luego de semanas de duras críticas debido a impopulares medidas tributarias adoptadas en el presupuesto del mes pasado.
Unas elecciones locales del 3 de mayo serán una gran prueba para el gobierno, que también ha sido criticado por revelaciones sobre su estrecha relación con el cuestionado magnate de los medios Rupert Murdoch.
La Oficina Nacional de Estadísticas dijo que el Producto Interno Bruto británico cayó un 0,2% en el primer trimestre del 2012, después de que se contrajo un 0,3% en los últimos tres meses del 2011.
La mayoría de los economistas esperaba que la economía británica lograra un modesto crecimiento a comienzos del 2012, pero esas estimaciones fueron desbaratadas por la mayor caída en la actividad de la construcción en tres años, unida a un anémico crecimiento en el sector de servicios y una baja de la producción industrial.
Cameron dijo que las cifras fueron "muy, muy decepcionantes".
"No tengo excusas para ellas. No veo cómo explicarlas. No hay nada de complacencia en este Gobierno para abordar lo que es una situación muy grave que francamente se ha puesto más grave", agregó.
El gobierno necesita crecimiento con desesperación para lograr su meta prioritaria de eliminar el enorme déficit presupuestario británico durante los próximos cinco años. Pero esto será un desafío debido a que muchos socios comerciales del Reino Unido en la zona euro ya están en recesión.
Las cifras también serán un acertijo para el Banco de Inglaterra, que parecía dispuesto a poner fin a su segunda ronda de alivio cuantitativo con compras de bonos Gilt para inyectar liquidez, debido a las evidencias de que la economía se estaba fortaleciendo.
"Las cifras de hoy confirman que hay un debate genuino que se debe sostener sobre si se debe suspender el alivio cuantitativo", dijo el economista de Investec Philip Shaw.
El ministro de Finanzas, George Osborne, "tiene poco espacio en las finanzas públicas y en esta etapa cualquier intento por una reanimación fiscal sería tomada de muy mala manera por los mercados, probablemente", afirmó Shaw.
Los precios de los bonos Gilt remontaron y la libra esterlina cayó más de medio centavo frente al dólar después de que se divulgaron los datos.
Cameron ha tenido un período tempestuoso desde que el mes pasado el presupuesto anual del gobierno fuera duramente criticado por rebajar los impuestos al sector de mayores ingresos y sacarle una mayor porción a los pensionados.
Periódicos y aliados que alguna vez se atropellaban por elogiarlo, ahora acusan al líder del Partido Conservador de "hablar para unos pocos" y de "trotamundos vanidoso", mientras la economía atraviesa por problemas y los británicos sufren los recortes presupuestarios más duros en una generación.
Las cosas se pusieron peor el martes, ya que James Murdoch dijo en una investigación que Jeremy Hunt, ministro de Cultura de Cameron y cercano aliado, tuvo numerosos contactos secretos con él y con un representante suyo antes de una controvertida fusión. Rupert Murdoch, padre de James, responderá a un interrogatorio el miércoles.
Recuperación estancada. La economía británica se contrajo un 7,1% durante su recesión del 2008 al 2009 y la recuperación desde entonces ha sido lenta, con obstáculos derivados de la crisis de deuda de la zona euro, recortes al gasto gubernamental, una alta inflación y un sector bancario golpeado.
El ministro Osborne dejó en claro que no ve espacio para flexibilizar la política de austeridad del gobierno para impulsar el crecimiento, dado que el déficit fiscal es de más del 8% del PIB, superior al de la mayoría de los complicados países de la periferia de la zona euro.
"Está tomando más tiempo del que se esperaba recuperarse de la crisis de deuda más grande de nuestras vidas", dijo Osborne tras los datos.
"Lo único que haría que la situación empeorara sería abandonar nuestro plan creíble y endeudarnos deliberadamente más", agregó.
Pero las cifras generaron un ataque inmediato del opositor Partido Laborista y de los sindicatos. "El gobierno ignoró las advertencias de que la austeridad arrastraría a la economía británica de vuelta a una innecesaria recaída en la recesión", dijo el secretario general de la confederación sindical GMB, Paul Kenny.
Los datos del miércoles mostraron que la producción aún está un 4,3% por debajo del nivel máximo que alcanzó en el primer trimestre del 2008, y la economía ha crecido sólo un 0,4% desde que el gobierno llegó al poder en el segundo trimestre del 2010.
La producción en el sector de servicios británico, que representa más de tres cuartas partes del PIB, creció apenas un 0,1% en el primer trimestre, después de que cayó un 0,1% en los últimos tres meses del 2011, presionada por una caída en la actividad de las grandes empresas de servicios y el sector financiero.
La producción industrial fue un 0,4% más baja, mientras que la construcción, que representa menos del 8 por ciento del PIB, se contrajo un 3,0%, su mayor caída desde el primer trimestre del 2009.
La Oficina para la Responsabilidad Presupuestaria prevé un crecimiento del 0,8% para este año. El dato del miércoles muestra que el PIB del primer trimestre no fue mayor que en el mismo lapso del año pasado.