El gobierno de Gran Bretaña dará su completo apoyo a una reforma del sector bancario propuesta por la Comisión Independiente sobre Bancos.

Londres. El gobierno de Gran Bretaña dará su completo apoyo a una reforma del sector bancario propuesta por la Comisión Independiente sobre Bancos (ICB por su sigla en inglés) del país, anunció este domingo el secretario de Empresas, Vince Cable.

"Nuestro sector de servicios financieros necesita una reforma. Nuestros grandes bancos estuvieron al centro de la crisis financiera, lo que los europeos llaman capitalismo financiero anglosajón. Necesita reforma", dijo a la cadena BBC el ministro liberal demócrata.

"Por eso, mañana (lunes) el gobierno lanzará esta iniciativa sobre los bancos, aceptando completamente la comisión Vickers. Procederemos con la separación de los bancos, los casinos y empresas minoristas del banco", agregó.

En septiembre, el ICB -dirigido por el académico de la Universidad de Oxford Sir John Vickers - manifestó que los grandes prestamistas británicos deberían "proteger" sus operaciones bancarias minoristas de las ramas de inversiones más riesgosas, a fin de darle una mejor protección a los contribuyentes en caso de futuras crisis financieras.

También señaló que los bancos deberían mantener un capital subyacente del 10%, además de un 7 a 10% de capital que pueda ocuparse como bonos de "rescate", deuda que puede asumir una pérdida o convertirse en acciones par recapitalizar un banco si se ve en problemas.

Además, habría límites a la extensión en la que un prestamista podría utilizar dinero de su rama minorista para su banca de inversiones, una medida que aumentará los costos de financiamiento a los financistas británicos.

El ICB no solicitó una separación total de los bancos minoristas y de inversión en dos compañías distintas.

En cambio, dijo que los bancos podrían mantener su compañía matiz pero que debería crear una valla protectora entre ambos brazos.

Los mayores bancos de Gran Bretaña: Barclays, HSBC y los parcialmente nacionalizados Royal Bank of Scotland y Lloyds, han presionado contra gran parte de las reformas.

Los bancos argumentan que podrían verse en una desventaja competitiva contra sus rivales en Europa, Asia y Estados Unidos que no enfrentan las mismas reformas.