"Queremos promover la inclusión (...) plataformas para que la población indígena de la región, tan relevante en muchos países, se pueda ver identificada", dijo Cesar Buenadicha en la presentación del informe, "Economía colaborativa en América Latina".
El estudio, "Economía colaborativa en América Latina", elaborado por la escuela de negocios IE Business School en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Economía y Competitividad español, fue presentado este jueves en la Casa América de Madrid.
En la ocasión, se destacó que Brasil es el líder en la región en iniciativas de este tipo, seguido por México, Argentina y Perú.
Para Cesar Buenadicha, especialista líder del Fomin -entidad miembro del BID-, quien conversó con AméricaEconmía.com, "la Economía Colaborativa (EC) puede ser un instrumento clave para promover el desarrollo inclusivo y sustentable de la región de aquí a 20 años. En ese sentido, A. Latina presenta una serie de retos, como es el crecimiento urbano, frente a los cuales la EC puede dar soluciones concretas y que contribuyan a mejorar la problemática de la población que se pasa, por ejemplo, horas en un transporte público que no es seguro, de alto costo y que contamina. Ese es el tipo de plataformas (transporte) a las cuales la población de A. Latina, con una conectividad relativamente amplia y con una población joven, puede tener acceso, lo cual puede ser un aspecto que cambie las reglas del juego en esa área".
En segundo lugar, Buenadicha destacó "que no sólo queremos que existan esas iniciativas, sino que aspiramos a que en A. Latina se puedan desarrollar plataformas propias, que se expandan y permitan entregar oportunidades originales a la región".
Respecto del aquel sector social que todavía es reacio al uso de las nuevas tecnologías, el experto del BID afirmó que "nuestra entidad tiene dos funciones: promover lo que está pasando para que suceda de manera regulada, sustentable y armoniosa. En ese sentido, estamos trabajando con gobiernos y reguladores", y agregó que "también queremos promover la inclusión, es decir, plataformas para gente mayor. En donde, por ejemplo, la participación de la mujer que todavía es un reto, sea más significativa. Plataformas para que la población indígena de la región, tan relevante en muchos países, se puede ver identificada".
En aquellas naciones donde todavía la carretera de la internet es precaria, el BID presenta programas de acceso a banda ancha y conectividad. "Acá la oportunidad es conectar esos programas, que son un medio y las herramientas para el uso de ese medio (la plataformas), para conseguir el objetivo. De esta manera, trabajamos en conjunto con los países miembros del BID que son nuestros socios estratégicos".
Por su parte Albert Cañigueral, Connector de OuiShare España y A. Latina, y expositor en la cita, destacó que frente a la EC y los modos de producción, "resulta más preciso hablar del ''modo de producción ciudadano'' para describir este fenómeno. Este nuevo modelo de producción aplica a todos los sectores, ya se trate con bienes físicos, servicios, se dediquen a las finanzas o a la gestión de información. El ciudadano productor en el epicentro de todo el ecosistema se convierte en un nuevo agente económico en la sociedad".
El emprendedor y experto en Economía Colaborativa resaltó la importancia del individuo, enfatizando que "el ciudadano pone en valor lo que tiene, lo que sabe o lo que le gusta y decide cómo realizar el intercambio de valor: con dinero, por trueque, con monedas alternativas o simplemente regalándolo". Según Cañigueral "para crear estos mercados de encuentro de oferta y demanda, en cada sector se usan las plataformas digitales y dejan a los usuarios ser productores a escala “uno”: una habitación, un asiento vacío en el coche, una cámara de fotos de segunda mano, 5€ para un crowdfunding, etc".