El banco más antiguo del mundo, apremiado por 46.000 millones de euros (US$49 mil millones) de préstamos incobrables, necesita recaudar el dinero este mes para evitar su desintegración, pero ahora Italia podría enfrentar elecciones anticipadas luego de que Renzi dijera que renunciará para asumir la derrota en el referendo constitucional.
Milán. Un plan de rescate de 5.000 millones de euros (US$5.330 millones) para el banco italiano Monte dei Paschi di Siena peligraba el lunes, después que la derrota del primer ministro Matteo Renzi en un referendo sumió al país en la incertidumbre política.
El banco más antiguo del mundo, apremiado por 46.000 millones de euros (US$49 mil millones) de préstamos incobrables, necesita recaudar el dinero este mes para evitar su desintegración, pero ahora Italia podría enfrentar elecciones anticipadas luego de que Renzi dijera que renunciará para asumir la derrota en el referendo constitucional.
Monte dei Paschi, calificado como el prestamista más débil en las pruebas de solvencia europeas este verano boreal, había planeado conseguir un compromiso firme de uno o más inversores y lanzar una oferta de acciones tan pronto como el miércoles o jueves.
Si el plan de recapitalización privada de Monte dei Paschi falla, el Gobierno italiano podría interceder e inyectarle dinero público para evitar una crisis, según funcionarios europeos y de bancos.
Las acciones del prestamista fluctuaron con fuerza durante las primeras operaciones del lunes y bancos de inversión realizaban reuniones para decidir si respaldarlo con dinero o no. Se preveía que el directorio de la entidad se reuniera el martes. A las 1223 GMT, las acciones de Monte dei Paschi perdían un 3,64 por ciento tras desplomarse hasta un 10 por ciento.
Renzi anunció que renunciará luego de que su reforma constitucional fue rechazada por un 59,1 por ciento de los votantes, un margen más amplio a lo previsto.
Los bonos del Gobierno italiano y las acciones caían con fuerza el lunes debido a la preocupación de los inversores de que la inestabilidad en la tercera mayor economía de la zona euro empeore la crisis financiera y propine un golpe al frágil sector bancario del país.
Sin embargo, los mercados financieros frenaban pérdidas posteriormente por menores temores a elecciones anticipadas y después de que funcionarios europeos y aliados desestimaron la posibilidad de una crisis más amplia en la zona euro.
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