Rajoy dijo que España se había apuntado una victoria al lograr ayuda de los socios de la eurozona sin tener que someterse a un programa convencional de rescate, afirmando que el acuerdo no tenía "nada que ver" con los procedimientos impuestos a Grecia, Irlanda y Portugal.
Madrid/ Berlín. España se enfrenta a la supervisión de acreedores internacionales tras el rescate para su banca acordado este fin de semana, dijeron este lunes representantes de la Unión Europea y Alemania, contradiciendo al gobierno español, que había insistido que los fondos se recibirían sin condiciones.
Los mercados financieros respondieron con alivio al acuerdo alcanzado el sábado, que supone la apertura de una línea de crédito de 100.000 millones de euros para recapitalizar a bancos españoles en apuros.
El alivio se reflejaba en un alza de las acciones bancarias, que habían sido muy castigadas en los últimos meses, y en un repunte del euro.
Los rendimientos de los bonos españoles e italianos también se beneficiaban y este lunes caían, ya que los inversores interpretaban que el acuerdo reducía el temor de una fuga de capital en los bancos españoles.
No obstante, anteriores recuperaciones de los mercados han resultado efímeras, perdiendo a menudo impulso en un día o dos, cuando los inversores comienzan a anticipar por dónde vendrá el próximo rebrote de la crisis de la eurozona.
Las elecciones generales del domingo en Grecia podrían cambiar rápidamente el ánimo de los mercados.
Si la izquierda radical -hostil a los términos del paquete de austeridad ligado al programa de rescate del FMI y la UE- derrota a los partidos conservadores y de centroizquierda que firmaron el acuerdo, o no hay ningún partido con mayoría suficiente para formar gobierno tras la votación, los mercados podrían volver a temblar.
Rajoy dijo el domingo que España se había apuntado una victoria al lograr ayuda de los socios de la eurozona sin tener que someterse a un programa convencional de rescate, afirmando que el acuerdo no tenía "nada que ver" con los procedimientos impuestos a Grecia, Irlanda y Portugal.
Sin embargo, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, y el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijeron que como en los otros rescates, una "troika" integrada por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo supervisaría la ayuda financiera.
Almunia dijo también que el préstamo financiado por los estados europeos para el fondo de rescate de la banca española "lleva aparejada unas obligaciones, unos compromisos por parte de quién recibirá el préstamo, no solo la obligación de devolver el préstamo en los plazos establecidos sino también algunas otras condiciones".
El FMI participaría en la supervisión del programa de España pese a no aportar fondos, y los bancos que reciban la ayuda deben presentar un plan de reestructuración, dijo Almunia.
Schaeuble dijo en la emisora de radio Deutschlandfunk: "El Estado español está aceptando el préstamo, España será responsable. Habrá igualmente una troika. Lógicamente habrá una supervisión que asegure que el programa se cumpla, pero esto se refiere sólo a la reestructuración de los bancos".
Las finanzas públicas españolas ya están bajo vigilancia de la Comisión Europea en el marco del procedimiento de déficit excesivo de la UE.
El ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager, dijo en una carta al Parlamento que los préstamos se sumarían a la deuda pública de España, y que él había insistido en una implicación completa del FMI.
"Era esencial para Holanda que el FMI estuviera implicado en todo el proceso: revisar la petición formal de respaldo, determinar la condiciones, y supervisar los avances", escribió.
El gobierno español dijo que seguiría con su programa de acudir a los mercados financieros previsto para este año.
España sigue necesitando refinanciar 82.500 millones de euros de deuda que vence a finales de año, con una gran suma a finales de octubre, y las comunidades autónomas tienen vencimientos adicionales por valor de 15.700 millones de euros en la segunda mitad de 2012.
El gobierno central y las regiones también tienen que financiar un déficit de unos 52.000 millones de euros este año.
El paquete de rescate bancario sumará hasta 10 puntos porcentuales al nivel de deuda/PIB de España, llevándolo cerca del 90%, en un momento en el que el país se enfrenta a una recesión, con casi un trabajador de cada cuatro desempleado.
Algunos economistas creen que España acabará necesitando un rescate estatal completo, y que Italia podría ser la siguiente ficha en la fila por una combinación similar de deuda alta y nulo crecimiento económico, pese a las reformas iniciadas por el primer ministro, Mario Monti.
El ministro italiano de Industria, Corrado Passera, rechazó la idea de que Roma pudiera necesitar ayuda externa en un momento dado.
"Italia ha hecho lo necesario para salvarse a sí misma en los últimos meses", dijo Passera, antiguo banquero, a periodistas en Milán, señalando que las medidas de austeridad adoptadas hasta ahora posicionaban a Italia "entre los países mejor colocados para lidiar con las turbulencias financieras en las que Europa se encuentra", dijo.
China, a quien Europa ha recurrido sin éxito en busca de ayuda financiera, dijo el lunes que la decisión de rescatar a los bancos españoles era una decisión correcta en el corto plazo, pero pidió a la zona euro medidas más enérgicas para preservar la estabilidad en el largo plazo.
"Esto puede ser muy útil en controlar los riesgos de corto plazo, pero en nombre de la estabilidad de mediano y largo plazo, nosotros esperamos que la zona euro mejore sus consensos y tome medidas más enérgicas", dijo el viceministro de Finanzas chino, Zhu Guangyao, en una rueda de prensa.