El alza de los precios de la energía es temporal y no ha incrementado el precio de otros bienes y servicios, por lo que aún son necesarios estímulos del BCE para reavivar la aún débil inflación subyacente, acordaron los responsables.
El Banco Central Europeo (BCE) necesita mantener "mano firme" para dar seguridad a los mercados y debería analizar el actual repunte de la inflación, según acordaron los responsables en la reunión del banco el 19 de enero, mostraron el jueves las minutas del encuentro.
El alza de los precios de la energía es temporal y no ha incrementado el precio de otros bienes y servicios, por lo que aún son necesarios estímulos del BCE para reavivar la aún débil inflación subyacente, acordaron los responsables.
Aunque el miembro del consejo ejecutivo Yves Mersch recientemente instó a la institución a eliminar la perspectiva de tasas más bajas en sus recomendaciones, los responsables en la reunión acordaron ampliamente mantener esas recomendaciones intactas, dijo el BCE en un documento que no mostró pruebas de un grave desacuerdo.
"El Consejo de Gobierno recomendó mantener paciencia y mantener una 'mano firme' para dar estabilidad y previsibilidad en un entorno aún caracterizado por un alto nivel de incertidumbre", dijo el BCE.
"El reciente incremento de los precios de la energía no se había traducido hasta ahora en efectos indirectos o de segunda ronda en una inflación más amplia", añadió.
La inflación ha subido este año, alcanzando esencialmente el objetivo del BCE de casi el dos por ciento el mes pasado. Esto ha provocado que responsables tradicionalmente conservadores en lugares como Alemania pidan que el banco recorte estímulos.
El presidente del BCE, Mario Draghi, ha rechazado estas peticiones, pidiendo paciencia y argumentando que esta subida es temporal y no el tipo de aumento sostenido que justificaría actuaciones.
Tras haber extendido las compras de activos hasta el final del año, el BCE no cambió su política el mes pasado e incluso dejó la puerta abierta a más estímulos en caso de que se produzcan turbulencias inesperadas.
El mercado ve la posición del BCE sin cambios durante la mayor parte del año.