El referente elaborado por el banco JP.Morgan trepó a los 1.504 puntos básicos, contra el máximo previo de 1.503 del 30 de octubre y del inicio en 1.083 puntos del 10 de septiembre, cuando se modificó por el canje de deuda realizado por Argentina.
Buenos Aires. El riesgo país de Argentina llegó este lunes a su pico histórico desde los nuevos niveles tras la reestructuración de su deuda en 2020, ante una persiste venta de títulos públicos por la incertidumbre reinante entre los inversores institucionales sobre el futuro de su economía, dijeron operadores.
El referente elaborado por el banco JP.Morgan trepó a los 1.504 puntos básicos, contra el máximo previo de 1.503 del 30 de octubre y del inicio en 1.083 puntos del 10 de septiembre, cuando se modificó por el canje de deuda realizado por Argentina.
"La volatilidad se mantiene en el mercado local, donde el panorama no se modifica. La paciencia de los inversores es poca y los precios de los bonos soberanos en dólares no logran hacer piso, con paridades que continúan por debajo del 40%", reportó la consultora Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Acotó que "hay muchos temas a despejar en torno a la recuperación económica, la inflación y otros temas. Todo, sin perder de vista que estamos en un año electoral (...) además, que los inversores en riesgo argentino han sido castigados desde hace tiempo, con lo que recuperar la confianza no será inmediato".
Los operadores explicaron que persisten las dudas sobre el futuro de la economía doméstica, en medio de la pandemia de coronavirus, una alta inflación, congelamiento de tarifas y negociaciones con el FMI por un plan de facilidades extendidas.
Los bonos extrabursátiles del país sudamericano profundizaron su caída a un 0,6% promedio, pese a rentabilidades en el orden del 17% al 19% en dólares, siendo de los activos más baratos del mundo de acuerdo a datos de analistas privados.
"El malhumor del norte (plaza estadounidense), como es habitual, presiona a los activos domésticos dado que no tienen más remedio que acompañar las ventas desde (mercados) emergentes, toda vez que dicho apetito viene siendo el principal 'driver' (conductor) ante la ausencia de señales locales amigables", explicó Gustavo Ber, titular de la consultora Estudio Ber.
El índice bursátil S&P Merval bajó un 3,38%, a 49.268,42 unidades como cierre provisorio en línea a la caída de la plaza brasileña, con las acciones del Grupo Supervielle que perdieron un 11% y las de Petrobras que se derrumbaron el 21,1%.
Este mercado accionario viene de ceder un 0,92% durante la semana previa, de cara a un cierre de posiciones complejo para febrero por la incertidumbre reinante entre los inversores institucionales.
Los mercados brasileños se hundían luego de que el presidente Jair Bolsonaro tomó medidas para destituir al presidente ejecutivo de Petrobras, tras semanas de enfrentamientos por las alzas en los precios de los combustibles.
El peso mayorista cayó un 0,31%, a 89,43/89,44 por dólar, mediante una liquidez regulada por el banco central (BCRA), en momentos en que los temores de una brusca depreciación de la moneda se alejan dada la liquidez del mercado, dijeron operadores.
Agregaron que las compras cambiarias oficiales de la jornada rondaron los US$ 50 millones, para acumular en febrero unos 500 millones a favor de las golpeadas reservas internacionales.
El JP.Morgan advirtió que las reservas netas del BCRA llegan a US$ 3.000 millones. Desde diciembre, la entidad monetaria acumula un saldo neto positivo por su intervención en el mercado, sin embargo, las reservas netas caen unos US$ 800 millones en 2021.
En los segmentos alternativos, el peso subió nuevamente en sus versiones electrónicas: cotizó a 143,2 por dólar en el bursátil 'Contado con Liquidación' (CCL) y a 138,9 unidades en el 'dólar MEP' del Mercado Abierto Electrónico (MAE). En la franja informal, permaneció estable a 147 por dólar.