La bolsa de Sao Paulo cerró con ganancias tras los anuncios de la reelecta presidenta de Brasil.
Sao Paulo. La intención de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, de anunciar reformas políticas y económicas en los próximos meses calmó este martes al mercado financiero y la bolsa de Sao Paulo reaccionó con ganancias tras las pérdidas de la víspera, cuando mostró su rechazo a la reelección de la mandataria.
Tras las turbulencias del lunes, Rousseff, reelegida en una segunda vuelta el pasado domingo, envió un mensaje a los inversores al comprometerse a implementar medidas antes de que finalice el año para recuperar la economía y reforzar el combate a la inflación, que según los expertos cerrará el año muy próximo al techo de la meta (6,50%).
"No voy a esperar la conclusión del primer mandato (el 31 de diciembre próximo) para iniciar todas las acciones necesarias para transformar y mejorar el crecimiento de la economía", dijo la mandataria en una entrevista concedida el lunes tras el cierre de los mercados.
El anuncio fue bien recibido este martes por la principal plaza de Latinoamérica y el corro paulista concluyó la jornada con una subida del 3,62%, frente a la caída del 2,77% experimentada el lunes, mientras que el real brasileño se apreció un 2,13% frente al dólar.
La moneda estadounidense terminó la sesión negociada a 2,470 reales para la compra y 2,472 reales para la venta en el tipo de cambio comercial, tras alcanzar el lunes su mayor nivel desde 2005.
Los inversores dieron este martes una tregua a la espera de que el Gobierno materialice las reformas y defina el nombre del próximo ministro de Hacienda después de que el actual, Guido Mantega, anunciara que dejará el cargo este año por motivos personales.
En la lista de posibles sucesores de Mantega los medios brasileños han echado a rodar el nombre del presidente del banco Bradesco, Luiz Trabuco, y el del ex mandamás del Banco do Brasil Rossano Maranhao, con los que la mandataria podría recuperar la confianza del mercado financiero.
"Me gusta mucho Trabuco pero creo que no es el momento y la hora para discutir nombres para el próximo gobierno", comentó Rousseff, quien precisó que informará el nombre del próximo ministro "en el tiempo exacto".
Otros de los nombres que la prensa local baraja son Aloizio Mercadante, un hombre de la mayor confianza de Rousseff, figura importante del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y actual ministro de la Presidencia; Henrique Meirelles, ex presidente do Banco Central, y Nelson Barbosa, ex viceministro de Hacienda.
"El día de recuperación estuvo influenciado por el buen comportamiento de los mercados externos y por la expectativa sobre el nuevo equipo económico de Rousseff. Sin embargo, cuanto más tarde en nombrarlo, el mercado más se va a estresar", dijo a Efe el analista jefe de inversiones de la correctora SLW, Pedro Galdi.
Según los analistas bursátiles, quien sea elegido como próximo titular de Hacienda tendrá por delante el desafío de dinamizar una economía debilitada, con una inflación en alza y unas cuentas públicas en rojo.
Tras haber registrado una expansión del 7,5% en 2010, el crecimiento de la economía brasileña fue del 2,7% en 2011, de sólo el 1,0% en 2012 y del 2,3% en 2013 y el gobierno cree que cerrará este año con una expansión del 0,9%, frente al 0,27% que esperan los expertos del mercado.
No obstante, además de la cuestión económica, Rousseff se enfrenta a un escenario político totalmente polarizado tras las elecciones del domingo, en las que la mandataria ganó con el 51,64% de los votos frente al líder opositor Aécio Neves, que fue respaldado por el 48,36%.
En este sentido, el vicepresidente brasileño, Michel Temer, dijo este martes que Rousseff promoverá un "amplio diálogo" con toda la sociedad para avanzar hacia la reforma política que prometió en su campaña.
"Se buscará la unión nacional" y "el objetivo es que, una vez que pase el calor de la pasión electoral", se abra un "diálogo con todos los sectores", declaró Temer a periodistas tras una reunión con la presidenta.