La mandataria brasileña dijo que, en ese contexto, las medidas de defensa comercial adoptadas por los países en desarrollo, como el suyo, no pueden ser consideradas como proteccionistas.
Sao Paulo. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, abrió este martes la Asamblea General de Naciones Unidas con duras críticas a la política monetaria expansionista de los países desarrollados que, dijo, encarece la moneda de las naciones emergentes y afecta su competitividad.
Rousseff dijo que, en ese contexto, las medidas de defensa comercial adoptadas por los países en desarrollo como Brasil no pueden ser consideradas como proteccionistas.
"Los bancos centrales de los países desarrollados persisten en una política monetaria expansionista que desequilibra las tasas de cambio", dijo la presidenta en su discurso, el primero de la Asamblea General de la ONU.
"Con eso los países emergentes pierden mercados debido a la valorización artificial de sus monedas, lo que agrava todavía más el cuadro recesivo global", añadió.
Rousseff ha denunciado el "tsunami monetario" desatado por los miles de millones de dólares inyectados en el sistema por países de la Unión Europea y más recientemente por una nueva ronda de medidas flexibilización cuantitativa en Estados Unidos.
Su gobierno ha prometido echar mano todos los recursos a su alcance, desde la compra de dólares hasta nuevos impuestos a las transacciones financieras, para contener la avalancha de dólares que podría apreciar el real y restar más competitividad a las industrias brasileñas.
Rousseff aprovechó además su discurso para pedir una reforma "urgente" del Consejo de Seguridad de la ONU.
Brasil, la sexta economía del mundo, cree que el organismo debe reflejar los nuevos equilibrios geopolíticos y aspira a un asiento permanente en el consejo.
Rousseff condenó también la violencia del conflicto en Siria y pidió apoyo a la mediación del enviado especial de la ONU.
"No hay solución militar para la crisis siria", dijo.
La presidenta brasileña pidió además el levantamiento del embargo comercial de Estados Unidos a Cuba, que describió como "anacrónico".
Las sanciones estadounidenses de más de medio siglo contra Cuba son condenadas cada año por la inmensa mayoría de las naciones de la ONU.