La presidenta de Brasil se abstuvo de referirse a la llamada recesión técnica y atribuyó el resultado decepcionante del segundo trimestre a los numerosos festivos concedidos durante el Mundial de fútbol organizado por el país y que paralizaron las fábricas.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, calificó este viernes la contracción económica registrada por Brasil en el segundo trimestre como algo "momentáneo" y dijo que el país se recuperará en el segundo semestre.

"Creo que ese resultado es algo momentáneo. Es algo de ese trimestre. Creo que en el segundo semestre tendremos una gran recuperación", afirmó la mandataria en declaraciones que concedió a periodistas al ser interrogada sobre la situación económica en un acto de campaña electoral.

El Gobierno anunció este viernes que la economía se contrajo 0,6 % en el segundo trimestre de este año, en comparación con el primero, y que acumuló dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, lo que, para los economistas, configura una "recesión técnica".

Rousseff, que aspira a ser reelegida en las elecciones de octubre próximo en Brasil, se abstuvo de referirse a la llamada recesión técnica y atribuyó el resultado decepcionante del segundo trimestre a los numerosos festivos concedidos durante el Mundial de fútbol organizado por el país y que paralizaron las fábricas.

"Como consecuencia del Mundial, tuvimos la mayor cantidad de festivos en toda la historia de Brasil", afirmó la jefe de Estado, que suele citar datos económicos positivos en los discursos electorales en los que defiende la continuidad de su Gobierno, especialmente los relativos a la generación de empleo.

La presidenta considera que Brasil "tiene todas las condiciones" para retomar el crecimiento en los próximos meses, incluso porque en el tercer trimestre habrá un número de días útiles (no festivos) muy superior al del segundo.

Rousseff lidera las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales del 5 de octubre, pero los sondeos indican que el pleito tendrá que ser disputado en una segunda vuelta, en la que sería derrotada por la ecologista Marina Silva.

El anuncio de que Brasil acumuló dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, algo que no ocurría desde comienzos de 2009, reforzó el discurso de los candidatos opositores, que dicen que el país está en crisis por su elevada inflación y reducida expansión.

"Es lamentable que verificamos por dos trimestres seguidos que Brasil está con una situación de crecimiento de dificultad", afirmó Silva, candidata por el Partido Socialista Brasileño (PSB) y que las encuestas señalan como favorita para ser elegida presidenta en la segunda vuelta.

La ex senadora y ex ministra de Medio Ambiente criticó duramente la actual política económica, a la que atribuyó la recesión técnica.

"Para que haya prosperidad Brasil necesita de inversión correcta, un manejo adecuado de la política macroeconómica y microeconómica para asegurar la confianza de la inversión de largo plazo", afirmó en una rueda de prensa en la que presentó su programa de Gobierno.

Para el senador Aécio Neves, candidato por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y tercero en las encuestas, los números del PIB divulgados este viernes muestran que el Gobierno cosechó un fracaso económico.

"Hoy es un día muy triste para Brasil. Brasil acaba de entrar en recesión técnica. En realidad, el Gobierno del PT (el oficialista Partido de los Trabajadores) terminó antes de la hora. Su legado será de crecimiento e inversiones bajas, combinadas con inflación e intereses altos, y pérdida de la confianza", afirmó Neves.

El senador atribuyó la elevada insatisfacción de los brasileños actualmente al "fracaso" de los que han conducido la economía en los últimos años.