"El principal objetivo de mi gobierno es (...) garantizar que, en este momento, seamos capaces de contener los efectos perversos de una crisis que no creamos y que podría golpear a Brasil", declaró la mandataria.
Brasilia. Brasil está comenzando a sufrir el contagio de la crisis económica global, pero el gobierno hará todo lo que esté en su poder para impedir una recesión, dijo este viernes la presidenta Dilma Rousseff.
"El principal objetivo de mi gobierno es (...) garantizar que, en este momento, seamos capaces de contener los efectos perversos de una crisis que no creamos y que podría golpear a Brasil", declaró Rousseff a una estación de radio local.
"Es obvio que la crisis ha tenido un efecto", agregó.
El índice referencial de la Bolsa de Valores de Sao Paulo, el Bovespa, caía 0,43% este viernes a las 1701 GMT, mientras que la moneda local, el real, operaba estable.
La economía de Brasil ha mostrado claras señales de enfriamiento desde junio. Mientras parte de esa desaceleración puede tener su origen en problemas en Europa y Estados Unidos, factores locales como altas tasas de interés, débil actividad manufacturera y un ritmo de gastos de consumo reducido también han pesado.
Varios economistas han recortado sus pronósticos económicos para Brasil en días recientes.
El jueves, Morgan Stanley redujo su pronóstico de crecimiento para Brasil el 2011 a 3,7% desde 4%, mientras que bajó su previsión de expansión para el 2012 a 3,5% desde 4,6%.
El gobierno está considerando recortar su previsión para el Producto Interno Bruto (PIB) de este año a un crecimiento del 4% desde 4,5% previamente, publicó este viernes el periódico local Valor Económico.
Un vocero del gobierno declinó confirmar ese reporte.
Algunos líderes empresariales y economistas esperan que el país se asiente ahora en un patrón de crecimiento más lento, de alrededor del 3 al 4% en 2011 y en los próximos años, lo que dejaría a Brasil detrás de sus pares del grupo BRIC y de las principales economías latinoamericanas.
Morgan Stanley dijo que espera que China crezca 8,7% en 2012, mientras que la India crecería 7,4% y Rusia 5,2%.
Rousseff afirmó que cree que la mejor manera de defenderse de la crisis es estimular el crecimiento del empleo.
Una explosión de crédito subsidiado por el gobierno, del gasto y otros estímulos ayudó a Brasil a evitar lo peor de la crisis del 2008-2009, pero también ha causado problemas persistentes, como una alta inflación.
"En el 2009, tomamos todas las medidas. Brasil entró en la crisis, tanto que tuvimos un declive en el PIB, pero (...) salimos de eso en el 2010", sostuvo Rousseff.
"Lo que estamos tratando de hacer este año es ni siquiera entrar en la crisis, pararla en la puerta. ¿Es difícil? Es difícil. No somos inmunes, no somos una isla", agregó.
La alta inflación, superior a 7% anual, y una fuerte presión sobre las cuentas públicas se traducen en que esta vez el gobierno de Brasil probablemente no tendrá muchas herramientas a su disposición para estimular a la economía.