Los retiros, un golpe a la liquidez de las entidades pero que -según analistas- no ponen en peligro la estabilidad del sistema, son también una evidencia de la desconfianza de los inversores hacia las políticas intervencionistas de la presidenta Cristina Fernández.
Buenos Aires. Ahorristas argentinos retiraron en los últimos siete meses hasta la primera semana de junio casi un tercio de los dólares depositados en los bancos locales, preocupados por las restricciones a la compra de divisas que impuso el gobierno para frenar una salida de capitales, dijeron operadores bancarios.
Los retiros, un golpe a la liquidez de las entidades pero que -según analistas- no ponen en peligro la estabilidad del sistema, son también una evidencia de la desconfianza de los inversores hacia las políticas intervencionistas de la presidenta Cristina Fernández.
Entre el 11 de mayo y este viernes, el retiro alcanzó a casi US$1.900 millones en depósitos, principalmente desde cuentas a la vista, o alrededor del 15% del total depositado en moneda extranjera, según datos del mercado compilados por Reuters.
Los últimos datos oficiales del Banco Central, al 24 de mayo, mostraban una caída en los depósitos en dólares del 7,6% desde mediados del mes pasado, a US$11.968 millones.
La salida de depósitos en dólares había comenzado en noviembre, cuando clientes bancarios retiraron un 17% del total de los depósitos en dólares. La fuga se detuvo a inicios de diciembre, pero luego se reavivó en mayo, cuando el gobierno endureció las restricciones para comprar dólares.
"Los depósitos se siguen yendo, hay disparidad de fuga de acuerdo a cada banco, pero de manera diaria anda (la salida de fondos) entre los 80 (millones) y 120 millones (de dólares)", dijo un operador bancario bajo condición de anonimato.
El Banco Central no respondió inmediatamente a consultas de Reuters sobre estas informaciones.
Las restricciones a la compra de divisas se endurecieron a mediados de mayo, cuando el ente recaudador de impuestos, la AFIP, limitó las compras de moneda extranjera al precio oficial, empujando a ahorristas y pequeños empresarios a adquirir dólares en el mercado paralelo a valores hasta un 35% por encima de los vigentes en la plaza regulada.
Esta situación provocó en forma encadenada mayores controles sobre el mercado de cambios y el cierre total de los negocios en el mercado informal de divisas esta semana.
Los argentinos tienden a ahorrar en dólares para resguardarse de una elevada inflación calculada por economistas privados en un 25% anual.
Los vívidos recuerdos de crisis económicas, bruscas devaluaciones y hasta bloqueo y confiscaciones de depósitos bancarios llevan a muchos ahorristas a retirar dinero de los bancos ante señales de intervención del Gobierno.
"Es evidente que existe miedo por todo lo que ha pasado en el pasado y ahora encima se habla de pesificar la economía. Ante la menor duda, el ahorrista saca la plata y espera ver que sucede", dijo un operador en una mesa de dinero de la banca privada.
Un legislador oficialista presentó el jueves en la Cámara de Diputados un proyecto de ley para obligar a realizar contratos exclusivamente en pesos, incluyendo los acuerdos de compra-venta de propiedades, que en Argentina se realizan mayoritariamente en dólares.
En momentos de incertidumbre también crece la demanda por cajas de seguridad. En algunas entidades, los ahorristas se anotan en listas a la espera de una vacante, comentaron operadores.
Comercio exterior. La falta de dólares por las restricciones oficiales también está afectando a las exportaciones argentinas, que en abril cayeron un 6% interanual, según el último dato oficial disponible.
"Se están frenando las prefinaciaciones a las exportaciones por la falta de dólares. Hay bancos que debieron salir a buscar billetes en el exterior", dijo un operador bancario.
"La financiación que muchas empresas daban a sus clientes en el exterior desapareció debido a la falta de dólares y entonces los negocios de exportación se achican", dijo a Reuters un agente de comercio exterior bajo condición de anonimato.
Con el torniquete sobre las importaciones y el mercado cambiario, el gobierno busca preservar el superávit comercial del país, que tiene cerrado el acceso a los mercados voluntarios de deuda tras su cesación de pagos de 2001/2002.
En la noche del jueves, el Banco Central eliminó los encajes bancarios diarios en dólares por 60 días, buscando asegurar que las entidades puedan responder a la persistente salida de fondos en moneda estadounidense.